La hdad del Rocío de Jaén parte hacia Almonte

Más de setecientos peregrinos de la provincia, con cuarenta carretas y setenta caballos, se encuentran ya en Sevilla. Su destino es la aldea de Almonte -Huelva-, hasta donde esperan llegar el próximo jueves para venerar a la Virgen de El Rocío y disfrutar de su romería.

 

Con mucho ánimo y deseosos de reunirse con la Blanca Paloma pusieron rumbo, ayer, los peregrinos jiennenses hacia Almonte. Por delante tienen cinco jornadas de camino que alcanzarán su punto álgido el próximo jueves, cuando la Hermandad del Rocío de Jaén tiene previsto realizar su entrada oficial a la aldea en torno a las doce y media del mediodía. Eso sí, antes de partir, los rocieros se despidieron de la ciudad con un colorido desfile por buena parte de sus calles.

 

La mañana empezó temprano, pues la iglesia de San Juan de la Cruz acogió una misa romera en la que no faltaron las oraciones y las salves. A continuación, los participantes se dirigieron hasta el templo de Cristo Rey y, posteriormente, hasta el de San Ildefonso, donde los peregrinos realizaron una ofrenda floral a la Virgen de la Capilla y rezaron frente a ella. El último destino del desfile, fue en el Camarín de Jesús, donde volvieron a orar frente a una de las tallas más veneradas de la capital y prepararon el simpecado para el viaje.

 

Los peregrinos emprendieron el camino hacia Almonte alrededor de las tres de la tarde. Junto con los miembros de la hermandad local cubren la ruta los rocieros de Baeza, La Carolina y Jamilena. En el recuerdo, como explicaba el responsable del colectivo, Miguel Peragón, llevan a todos aquellos que, en esta ocasión, por diferentes razones, no podrán estar presentes en la romería del Rocío.

 

La Luisiana, en la provincia de Sevilla, acogió ayer a los rocieros, que hicieron noche en el municipio y aprovecharon para rezar en su iglesia y velar al simpecado. Hoy, a primera hora de la mañana, han abandonado el lugar para dirigirse hacia la capital hispalense, desde donde proseguirán la senda y atravesarán, a lo largo de las próximas jornadas, la Puebla del Río, Villamanrique de la Condesa y el Palacio del Rey. A pesar de la dureza de la marcha y del cansancio, los peregrinos volverán a experimentar algunos momentos de gran emoción, como el paso por el río Quema. “Este año, tendremos una ruta más larga que de costumbre, entre Villamanrique de la Condesa y el Palacio del Rey, pero tenemos muchas ganas y mucho ánimo”, asegura Peragón.

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