Diócesis de Jaén

Últimas indicaciones del obispo para la celebración de la Semana Santa y la Pascua

El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, ha hecho públicas unas notas sobre las celebraciones de Semana Santa y Pascua 2021, que de alguna manera se ven alteradas a causa de la pandemia de la COVID-19.  Por su parte, las indicaciones también comunican que las romerías marianas, así como la de los santos patronos de las localidades de la Diócesis, se limitarán a las actividades litúrgicas y devocionales, respetando siempre el aforo que esté recomendado. Por tanto, se suprimirán las convocatorias de romerías, procesiones o marchas y todo lo que suponga una concentración masiva de personas. Estas orientaciones van dirigidas a todos los files con el ruego de que los presbíteros de la Diócesis las difundan.

“Los obispos hemos recibido unas indicaciones sobre las celebraciones de Semana Santa de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y la Comisión Episcopal de Liturgia. Con indicaciones concretas a tener en cuenta. Una vez leídas y estudiadas, las he adaptado a nuestra Diócesis de Jaén, con algún añadido para las celebraciones de las fiestas pascuales: romerías, marchas, encuentros, procesiones, etc. Lo hago como máximo responsable y moderador de la vida litúrgica en la Diócesis y de los actos devocionales de piedad popular que se celebren tanto en los templos como en las calles. Teniendo en cuenta la situación de la pandemia Covid-19, propongo a continuación las siguientes observaciones de carácter general y las de cada una de las celebraciones de la Semana Santa y del Triduo Pascual”.

a) Observaciones de carácter general.

  1. Siempre que sea posible, desde un discernimiento responsable que ha de hacer cada fiel, se recomienda la participación presencial en la celebración, formando parte activa de la asamblea.
  2. Aquellos fieles que, por razón de edad, enfermedad, o de prudencia sanitaria, no puedan participar presencialmente en las celebraciones, síganlas por los medios de comunicación
  3. En todas las celebraciones se deberán respetar las normas emanadas de las autoridades sanitarias en la lucha contra el virus: el aforo de los templos, las recomendaciones sanitarias e higiénicas para hacer de los lugares de culto espacios sanos y seguros, el uso de la mascarilla, disponibilidad de gel hidroalcohólico, distancia social, ventilación de los espacios, etc.
  4. Prepárense con sumo cuidado las celebraciones, eligiendo bien las alternativas que propone la Liturgia y acogiendo de buen grado las indicaciones para adaptarlas a este tiempo de pandemia.
  5. En las distintas celebraciones se ha de reducir al mínimo necesario el numero de ministros que intervienen –acólitos, lectores, etc.–, sin que ello desdiga de la dignidad de la celebración.
  6. El canto no está prohibido, siempre y cuando no exista alguna indicación expresa de las autoritarias sanitarias y se haga con las medidas de precaución adecuadas –uso de mascarilla en todo momento y distancia de seguridad entre las personas–. No es aconsejable el canto o la música grabados.
  7. Evítese la distribución de subsidios para el canto en soporte de papel, o cualquier tipo de folleto explicativo de la celebración, por el riesgo que conllevan ante un posible contagio.
  8. Instrúyase, cuantas veces haga falta, a los fieles para recibir la comunión de manera segura y ordenada, atendiendo a las disposiciones del Obispo diocesano, procurando que este gesto central de la celebración se haga de la mejor manera posible.
  9. Para el bien de los fieles, en el caso de que los aforos permitidos en las iglesias sean un grave problema para la participación, el Obispo diocesano puede autorizar a que se hagan varias celebraciones en el mismo templo en horas sucesivas, siempre y cuando esto se haga verdaderamente para utilidad de los fieles y en circunstancias de real necesidad.
  10. De cara a que los enfermos y las personas en confinamiento o de alto riesgo puedan seguir las celebraciones desde sus casas, se anima a que sean retransmitidas las presididas por el Obispo en la catedral, como signo de unidad de la diócesis. Procúrese que estas celebraciones sean verdaderamente ejemplares en su preparación y desarrollo. Se excluyen, en cualquier caso, las grabaciones en diferido de las mismas.
  11. A las personas que no puedan asistir presencialmente a las celebraciones, ofrézcase la posibilidad de celebrar la Liturgia de las Horas, especialmente las Laudes y las Vísperas de cada día y el Oficio de Lectura. Recuérdese que se puede hacer uso de la aplicación oficial de la Liturgia de las Horas para dispositivos móviles, recientemente publicada por la Conferencia Episcopal.
  12. Se recomienda vivamente que se cuide y fomente el Sacramento de la Penitencia. Se ruega a los sacerdotes una total  disponibilidad para que los fieles puedan celebrar este Sacramento, con todas las medidas de precaución, distancia social y discreción
  13. En lo que se refiere a las celebraciones devocionales en torno a las imágenes, organizadas por las parroquias y sus Hermandades y Cofradías, todo se ha de hacer con el respeto debido al lugar sagrado, teniendo en cuenta las normas sanitarias sobre el aforo y uso de la mascarilla. Todo ha de tener el tono de un acto profundamente religioso y ha de hacerse como una sencilla manifestación de fe.

b) Domingo de Ramos en la Pasión del Señor.

  1. Para la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén se evitará la forma primera descrita por el Misal –procesión–.
  2. En las catedrales se utilizará la forma segunda –entrada solemne–, al menos en la misa principal. Los fieles permanecerán en sus lugares y se hará la bendición y la proclamación del evangelio desde un lugar, dentro de la iglesia, en el que los fieles puedan ver el rito. En la procesión al altar puede participar una representación de los fieles junto con el Obispo y los ministros.
  3. En las parroquias y demás lugares de culto se utilizará la forma tercera –entrada simple–.

c) Misa crismal.

  1. La Misa crismal se celebrará en la Santa Iglesia Catedral de Jaén el Martes Santo. Como no suele ser muy masiva, se invita especialmente a participar a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, consagrados, y cuantos fieles lo deseen hasta completar el aforo.

d) Jueves Santo.

  1. Ha de omitirse el rito del lavatorio de los pies.
  2. Dado que este año la celebración se hará, en la mayor parte de los casos, con alguna participación del pueblo, no se omita el traslado y la reserva del Santísimo Sacramento para la adoración y la comunión al día siguiente. Facilítese, en la medida de lo posible, que los fieles puedan dedicar un tiempo de adoración, respetando siempre los horarios de restricción de la libre circulación de los ciudadanos que se establezcan en cada lugar.

e) Viernes Santo.

  1. En la oración universal del Viernes Santo se utilizará el formulario habitual con el añadido de la intención especial que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el pasado año (Decreto Prot. N. 155/20). El texto de la intención, que se añade entre la IX y la X, es el siguiente:

IXb. Por quienes sufren en tiempo de pandemia.

Oremos también por todos los que sufren las consecuencias de la pandemia actual: para que Dios Padre conceda la salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y la salvación a todas las víctimas que han muerto.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno,

singular protector en la enfermedad humana,

mira compasivo la aflicción de tus hijos

que padecen esta pandemia;

alivia el dolor de los enfermos,

da fuerza a quienes los cuidan,

acoge en tu paz a los que han muerto

y, mientras dura esta tribulación,

haz que todos puedan encontrar

alivio en tu misericordia.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amen.

2. En el momento de la adoración de la cruz el celebrante lo hará con una genuflexión o una inclinación profunda. El resto de la asamblea lo hará por medio de una genuflexión o inclinación profunda cuando la cruz sea mostrada, y lo harán cada uno sin moverse de su lugar. Se podría invitar, también, a todos los participantes a la liturgia a que hagan un momento de oración, en silencio, mientras se contempla la cruz. Se evitará, en cualquier caso, la procesión de los fieles en este momento de la celebración.

3. En lo que se refiere a la Colecta Anual Pro Terra Santa, considero que se debe de hacer este año en Viernes Santo y no cambiar de fecha como se hizo el pasado año; a no ser que a última hora se nos recomiende lo contrario desde la Conferencia Episcopal. Ruego, no obstante, que le roguemos a los fieles su especial generosidad, dado que es nuestra aportación para ayudar a los cristianos que viven su fe en los Lugares Santos de la Encarnación redentora de Jesucristo,

f) Vigilia Pascual

  1. Dependiendo de las normas civiles que se hayan establecido en cada lugar sobre restricción de la libre circulación de los ciudadanos, elíjase una hora adecuada para el comienzo de la celebración que facilite a los fieles la participación en la misma y el regreso a sus casas al finalizar sin violar el toque de queda.
  2. El “inicio de la vigilia o lucernario” se puede hacer a la entrada del templo. El celebrante principal deberá́ estar acompañado por un número limitado de ministros, mientras todos los fieles se mantendrán en sus lugares. Se bendice el fuego, se hacen los ritos de preparación y se enciende el cirio tal como indica el Misal. El sacerdote y los ministros, manteniendo la distancia de seguridad, hacen la procesión por el pasillo central y se cantan las tres invocaciones “Luz de Cristo”. No es recomendable repartir entre los fieles las velas y que las vayan encendido del cirio y luego pasen la luz unos a otros. Después de las invocaciones se canta el Pregón Pascual.
  3. Sigue la “Liturgia de la palabra”. Por razones de brevedad puede acortarse el numero de las lecturas, pero procúrese darle la relevancia adecuada a este momento de la celebración. En ningún caso se debería reducir a una Liturgia de la Palabra normal de un domingo, únicamente con tres lecturas.
  4. La “Liturgia bautismal” se celebra tal y como viene indicada en el Misal. La presencia de la asamblea aconseja no omitir el rito de la aspersión después de la renovación de las promesas bautismales. Tómese la precaución, sin embargo, de evitar el contacto con el agua que se va a bendecir cuando esta se prepare, y que el sacerdote higienice las manos con gel hidroalcohólico antes de la aspersión.
  5. No parece aconsejable, dadas las circunstancias, celebrar el bautismo de niños durante la Vigilia Pascual. Si se han de administrar los sacramentos de la Iniciación Cristiana a adultos o si al final se celebra el bautismo de algún niño, hágase con todas las medidas higiénicas y sanitarias que garanticen que los signos y ritos se hagan adecuadamente, pero de forma segura, especialmente los que implican el contacto, como las unciones.
  6. Quienes no puedan participar en la solemne Vigilia Pascual pueden rezar el Oficio de lectura indicado para el Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor, con el deseo de unirse a toda la Iglesia en la celebración del misterio pascual.

Romerías Pascuales en honor de la Santísima Virgen y de los Santos Patronos de nuestras localidades diocesanas

  1. Como estamos en situación de pandemia y nuestras autoridades sanitarias nos sigan pidiendo prudencia y que se prohíban actividades y reuniones públicas en la calle, las romerías marianas y con otras motivaciones se limitarán a las actividades litúrgicas y devocionales, respetando siempre el aforo que esté recomendado. Por tanto, se suprimirán las convocatorias de romerías, procesiones o marchas y todo lo que suponga una concentración masiva de personas. No obstante, estaremos siempre atentos a lo que nos digan las autoridades, siempre que sus indicaciones sean prudentes y no pongan en peligro la salud pública.
  2. En lo que se refiere a los sacramentos que habitualmente se reciben en la Pascua (Bautismo, Eucaristía y Confirmación), si el nivel de los contagios lo permite, se celebrarán, aunque siempre respetando los aforos permitidos.

Esperando que estas orientaciones sean acogidas de buen grado en toda la Diócesis de Jaén, sigamos rezando por el final de la pandemia, por los difuntos, los enfermos y sus familias, y por todos los que dedican su esfuerzo a paliar las consecuencias de esta crisis que estamos todos y juntos viviendo. Espero que la celebración de los días de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor sean un autentico encuentro con Él, que fortalezca la fe, esperanza y caridad de todos los fieles, al mismo tiempo que invocamos la intercesión maternal de la Santísima Virgen en todas las advocaciones diocesanas, y en especial nos encomendamos a la Santísima Virgen de la Cabeza, patrona de nuestra Diócesis. De igual modo pedimos la intercesión de nuestros Santos Patronos.

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