Masiva asistencia a la celebración de la aparición de "La Moreníta"

La tradición vuelve a repetirse y esa unción que tantas veces ocurre entre religiosidad y una eminente naturaleza que trasciende en su simbolismo rezumó hondura y pálpitos efusivos de candor espiritual. Fue en el corazón de la sierra iliturgitana, siempre en torno a esa llamada lluvia de estrellas de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, con la luna prácticamente llena. El cielo se volvía nocturna catedral de mágica entreluz. El entorno del santuario del Cabezo se hizo pequeño para acoger a tantos peregrinos y devotos que se congregaron para volver a simbolizar la Aparición de Nuestra Señora de la Cabeza, ya en su 784 aniversario. 

 
Muchas fueron las cofradías, algunas llegadas desde pagos lejanos, como la de Cataluña, que todos los años celebra en el contexto de esta fiesta diversos actos tanto en Andújar como en los lares basilicales. Este año destacaba, entre otros, un grupo de peregrinos brasileños, y otro llegado desde México. Señalar igualmente la presencia corporativa de Porcuna que tiene en proyecto constituir su cofradía. Igualmente fueron muchas las peñas romeras asistentes. La celebración contó con la participación del padre José Hernández, ministro general emérito de la orden trinitaria, hoy en labores misioneras. 
 
Muchos son los peregrinos que si bien durante el año tienen más problemas para acudir al Santuario, al tener su residencia lejos de éste, aprovechan días vacacionales de agosto para reencontrarse con sus raíces y venerar a la Virgen de la Cabeza. 
 
Si la Romería es más multitudinaria y estrepitosa, la fiesta de la Aparición, con la compañía de la noche serena y estrellada, adquiere tintes más íntimos, más solemnes, y con una fervorosidad especial. 
 
Los actos de la Aparición comenzaron, como viene siendo tradicional el 11 de agosto, el pasado jueves, con la presentación de la Matriz ante la Virgen, acto muy emotivo y de gran belleza plástica, que precedía a las de las asociaciones parroquiales y cofradías filiales por orden antigüedad.
Destacan en este acto las ofrendas tan tradicionales de sus lugares de origen que hacen las cofradías a la Morenita. El canto de la salve cerraba la presentación. Después se procedió al traslado de la Imagen desde el camarín hasta sus andas procesionales. Antes de la eucaristía tuvo lugar el rezo del Santo Rosario. Señera fue la salida de la Imagen de la 'Morenita' hasta el Altar del exterior donde se celebraría la Eucaristía. 
 
Especial emoción despertó la ajustada salida de las andas por el arco de la puerta que da a la lonja del Santuario, donde los anderos se desvivieron en sus afanes. La misa estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, acompañado del ministro provincial de los trinitarios el padre Antonio Jiménez, varios trinitarios y un gran número de sacerdotes diocesanos.
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