Manuel José Gómez Martínez

La Virgen de la Cabeza, como hace un siglo

La Virgen de la Cabeza espera en su Santuario el último domingo de abril, el día de su Romería. En este segundo año de pandemia en el que no habrá romería, la Cofradía Matriz ha querido transmitir un mensaje de esperanza vistiendo de verde a la Morenita para su gran día. “Viviremos este año desde el corazón más unidos que nunca, mirando con los ojos del alma los verdes ojos de nuestra Madre, anhelando con todas nuestras fuerzas volver a vivir junto a Ella una eterna primavera sacándola triunfal por las calzadas de su Basílica Santuario para que derrame sobre nosotros su infinito amor de Reina y Madre de misericordia”, expresa la Cofradía en sus redes sociales.

Para este año, la Santísima Virgen de la Cabeza ha sido vestida de una forma extraordinaria, con el mismo terno que llevó hace 100 años, en la romería de 1921 siendo hermano mayor Rafael Pérez de Vargas, conde de la Quintería, año en el que también se salía de otra pandemia. Un conjunto que llevaba décadas sin ponérsele en la Romería por su delicado estado. “Es todo un icono en las fotografías antiguas que se conservan de la primitiva talla de la Virgen y ha sido recreado por los maestros de la cerámica de nuestra tierra a lo largo de muchas décadas, como podemos apreciar en la portada de la revista de nuestra Cofradía Matriz “Mirando al Santuario” de este año”.

“La camarera de la Virgen, Isabel Barrios, la ha vestido después de un siglo para esta Romería de la esperanza, en la que comenzamos a ver la luz, con el mismo manto y mantolín de terciopelo verde olivo y bordado en oro por Inés y María Engelmo, ofrecido a la Virgen en 1904 por Inés Jiménez Ariosa y al igual que entonces, completado por la histórica saya de las mariposas, bordada en hilos de seda con mariposas de cristal en realce y donada por las mismas señoras también en ese año”, detalla la Cofradía.

La Santísima Virgen y el Niño Dios, llevan las coronas y el rostrillo del Centenario de su Coronación Canónica, donadas por sus cofrades y devotos y réplicas de las que se les impuso en 1909 al ser coronada y que también las llevaba en la romería de 1921. El juego de preseas ha sido diseñado por Pedro Palenciano y labrado en oro, piedras preciosas y esmaltes por Manuel Valera. Lleva colgada al pecho la medalla de la ciudad de Andújar y en sus rodillas el bastón de Alcaldesa Mayor Perpetua. Ceñido a su cintura el fajín de Capitana General de los Ejércitos del Reino de España y lleva impuestas la Cruz Laureada de San Fernando y el broche de la Rosa de Oro, concesión sacramental pontificia única en España.

Bajo la media luna, dos ángeles la ensalzan con estadales, el rosario que le regaló San Juan Pablo II y el lazo de plata sanitario ofrendado por la comarca de Andújar en 1999, en homenaje al personal de sanidad y servicios y a tantas personas que nos han dejado en esta pandemia y ya gozan cara a cara de la verde mirada de la Madre y del Divino Hijo.

La Cofradía Matriz anima a vivir “en este 2021 la Romería de la esperanza, vivamos su Romería con el corazón y pidámosle a nuestra Madre de la Cabeza que pronto podamos estar unidos como una piña nuestra Cofradía Matriz con todas nuestras Cofradías Filiales y Procofradías, a las que tanto echamos en falta y tan presentes tenemos, alrededor de nuestra Reina y Señora disfrutando por fin de la soñada y eterna primavera”.

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