Los vecinos del barrio de La Magdalena celebraron ayer la festividad en torno a la patrona que da nombre a uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.
Después de la celebración de una misa en la que no faltó la interpretación de música religiosa, las anderas sacaron el trono de Santa María Magdalena para que los vecinos pudieran seguirlo, como pasa anualmente por éstas fechas.
Con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Jaén, la imagen inició un itinerario para volver al templo después de dos horas de recorrido por las calles de su barrio.
Exentos de la verbena del barrio, que siempre se ha celebrado coincidiendo con la festividad de la patrona, la asociación de vecinos ha preparado actividades para el disfrute de los más jóvenes e invitarán a los residentes a ser partícipes de una jornada de convivencia.
Por favor, que alguien le quite a esa bellísima imagen de Santa María Magdalena ese relicario en forma de custodia de las manos. Es antilitúrgico, antitradicional y antitodo. Pónganle su Cáliz, que es lo suyo al estar al pie de la Cruz.
Me parece sencillamente una Imagen espectaular, quizá muy poco valorada por este mundo cofradiero de Jaén…Como réplica al comentario anterior, creo que el contexto y la forma no ha sido de lo más acertado…”No veamos la paja en el ojo ajeno cuando no somos capaces de ver la viga en el propio”
Fuera de contexto es el relicario. Efectivamente, y antilitúrgico. Es una Magdalena Penitente, por lo que si algo le pega, es la Cruz. Y si me apuras: NADA.
Rafael, disculpa, pero creo que la Magdalena Penitente es, según la tradición, la que se retiró a una cueva a hacer penitencia casi al final de su vida, y esa si lleva una cruz en la mano, pero la que está al pie de la cruz, lleva un caliz, ya que se cuenta que con José de Arimatea, recogió sangre de Jesús en él.
A eso me refería, Inocente. A que es penitente. Pero a mi, personalmente, no m gusta cargar a las imágenes las manos. más bien tenerlas libres. Pero, desde luego, lo que menos, un relicario.
Un saludo.
En efecto, es una Magdalena Penitente, y antes portaba en sus manos un crucifijo y un cilicio (no para procesión, en que se sustituyen por un cáliz y un pañuelo). Tiempo después, en uno de tantos traslados de enseres, el cilicio desapareció. En todo caso, a cuantos piden que se deje la imagen sin nada en las manos, les hago notar que las manos están cerradas, en clara posición de sujetar algo, por lo que dejarlas vacías sería casi peor (se notaría demasiado que “falta algo”) que poner en sus manos objetos que, si bien no sean los más apropiados a la iconografía de la imagen, si llenen ese vacio de manera más o menos acertada.