El tallista del Camarín dona varias piezas

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores está de enhorabuena. Sorprendida y agradecida recibió una donación inesperada e ilusionante por parte del autor de los tres retablos elaborados para la iglesia de San José de los Descalzos y Camarín de Jesús.

Manuel Guzmán Fernández, de cuyas manos nacieron tres de los retablos que adornan la iglesia de San José de los Descalzos y Camarín de Jesús, ha donado unos penachos que rematarán los altares de San Juan y de la Verónica. Así lo anunció el hermano mayor de la Cofradía de El Abuelo, Prudencio Villar, que informó de que el entallador, responsable de los talleres sevillanos Guzmán Bejarano y autor de los retablos de Nuestro Padre Jesús, de la Verónica y de San Juan, ha donado las coronaciones con cuya incorporación se dan por completados estos proyectos.

Villar destacó que en la creación original no estaban previstos los penachos, ya que la idea  era que los tres altares terminaran con un arco de medio punto, propio del estilo renacentista, con aires barrocos en los que están inspirados. Nadie se esperaba, aseguró, este sello de identidad que el autor de la obra ha querido dejar impreso. Explicó que, cuando se montaron los tres retablos, el de Nuestro Padre Jesús quedaba completamente ajustado al arco de medio punto diseñado en la pared principal de la capilla en la que va situado. Sin embargo, los de los laterales, dedicados a San Juan y a la Verónica, dejaban un importante hueco sin cubrir entre la terminación y la bóveda. Cuando concluyó su trabajo, el artista Manuel Guzmán Fernández se percató de este hecho, pero no comentó nada sobre sus intenciones ni sus impresiones finales con nadie.

La sorpresa de los responsables de la cofradía fue mayúscula cuando, la pasada semana, el artesano viajó desde Sevilla hasta Jaén para entregar las coronaciones y proceder a su montaje de forma imprevista. Las obras son donación del propio autor y se han acoplado al conjunto escultórico, que ha quedado como si los penachos hubieran estado integrados en el proyecto desde el mismo momento de su diseño. 

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