Un trono de valor incalculable

Este jueves se ha presentado en la Catedral de Jaén el resultado del proceso de restauración al que ha sido sometido el trono de Nuestra Señora de las Angustias, de la Hermandad de la Buena Muerte, trabajos que ha dirigido el restaurador Néstor Prieto. En este acto, el delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico en Jaén, Jesús Estrella, ha subrayado el “valor cultural, religioso y turístico del arte sacro jiennense que cada año atrae a miles de devotos a los templos de la provincia”. Un valor que, según ha añadido, ha sido reconocido por la Consejería con las nuevas subvenciones para la conservación-restauración e inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía, aprobadas por primera vez en 2019.

Este proyecto ha contado con un presupuesto de 37.353 euros, al que la Consejería ha contribuido con una ayuda de 29.882 euros. En total, Cultura y Patrimonio Histórico ha destinado 87.667 euros a la restauración de obras de arte sacro jiennense a través de la convocatoria de subvenciones de 2019.

El autor del trono restaurado es Francisco Palma Burgos. La obra es de estilo neobarroco y data de 1950. Este trono vino a sustituir uno anterior diseñado por el escultor jiennense Jacinto Higueras y elaborado en los talleres de ebanistería de Jacinto Cruz Fernández, junto a alumnos de la Escuela de Artes y Oficios (José Castillo Ordóñez, Ezequiel Sánchez Gómez y Rafael Baldoy Ruiz).

Al parecer la estética fúnebre de la obra no llegó a integrarse con la imagen procesionada y, por tal razón, en 1949 se decidió encargar un nuevo paso al escultor malagueño Francisco Palma Burgos (1918-1985), del que se tenían amplias referencias por los trabajos que venía realizando en Úbeda. El malagueño diseñó un modelo con forma piramidal truncada que, con sus dos metros de altura, actúa de peana para la imagen, convirtiendo a esta pieza en uno de los tronos más singulares de la Semana Santa jiennense.

En 1980 se le colocaron varales para ser portado por 60 personas y se le incorporaron cantoneras en 1988. En 1993 se modificó su longitud incrementándola. Los extremos de estos varales están rematados con otras molduras talladas y plateadas siguiendo el estilo del resto del trono. La última restauración con carácter científico estaba documentada entre 1999 y 2001.

El objetivo del actual proyecto ha sido devolver la estabilidad a la obra para contribuir a su permanencia en el tiempo, así como sensibilizar a la ciudadanía en la importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural religioso en el ámbito cofrade. El proyecto ha incluido tratamiento del soporte consistente en limpieza, consolidación, acciones preventivas y curativas contra insectos xilófagos. Asimismo, se ha aplicado un tratamiento de la capa de preparación y plata a base de trabajos de fijación y limpieza físico-mecánica. Posteriormente, se ha procedido a la reintegración volumétrica del soporte, el estucado y nivelado de lagunas. Por último, se ha impulsado un proceso de reintegración cromática y aplicado una capa de protección.

La nueva línea de subvenciones de la Consejería de Cultura ha contado ya con dos convocatorias, en 2019 y 2020. Además de la restauración del trono de la Virgen de las Angustias, las ayudas de 2019 han permitido apoyar el proyecto del Obispado de Jaén para mejorar el estado de conservación de la pintura ‘Martirio de San Sebastián’, de Martínez Domedel de la Catedral de Jaén con una subvención de 27.785 euros para un proyecto de restauración por valor de 34.732 euros. En la misma convocatoria de ayudas se ha subvencionado la restauración del retablo de la Parroquia de San Bartolomé, ya finalizada también, con una inversión total de 44.797 euros y una subvención de 30.000 euros.

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