Un triduo cargado de humildad

Ayer la hermandad de penitencia y cofradía de nazarenos de silencio del Stmo Cristo de la Humildad y María Stma madre de Dios dio po finalizado el triduo a su sagrada imagen, el Stmo Cristo de la Humildad, siendo este uno de los cultos más importantes dentro de la vida cofrade de la hermandad.

Los actos comenzaron el pasado viernes en la iglesia de Cristo Rey, actual sede canónica de la cofradía, con un cristo imponente en un altar espectacular y de muy bella factura previamente acicalado. Primeramente se entonó el rezo del Santo Rosario, para proseguir con una solemne eucaristía y continuar con un escueto Vía Crucis. Más tarde se llevaría a cabo la exposición del Santísimo Sacramento, el ejercicio propio del Triduo y finalizaría el día con la bendición y reserva solemne.
El sábado prosiguieron los actos en honor a tan excelsa talla. A la finalización de los mismos, la cofradía llevó a cabo una cena de hermandad en donde se compartieron multitud de vivencias entre los hermanos cofrades.
Ya el último día del triduo, oficiado de especial manera por el vicario de la iglesia de San Félix de Valois, D. Juan Carlos García Serrano y bajo las magníficas voces del grupo litúrgico-musical Escuch-Arte, los cuales amenizaron la eucaristía, se llevaron a cabo los últimos cultos. A la misma asistieron invitadas autoridades de otras cofradías como D. Rafael de Vargas, hermano mayor de la Buena Muerte, D. Joaquín Sánchez Estrella, Gobernador del Santo Sepulcro y D. Rafael Mariscal Ayllón, hermano mayor del Perdón, que acompañaron en primera fila al hermano mayor del Silencio, D. Manuel Jesús Gordo.
Acabados los cultos, se llevó a cabo el juramento de los nuevos hermanos de pleno derecho frente a la imagen del Stmo Cristo, y se le entregó un pequeño detalle a D. Juan Carlos García por haber accedido a predicar la santa eucaristía.
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