Si despedíamos el mes de octubre con varios Rosarios Vespertinos de las Imágenes de María de las cofradías de Pasión, el mes de noviembre nos ha traído la celebración de distintos Triduos en Honor a María. Madre de Dios, Siete Palabras y Estrella han lucido en los bellos altares efímeros edificados en Cristo Rey, San Bartolomé y la capilla dominica de la Purísima Concepción. Cada una con su estilo propio, desde la sobriedad del desgarrado llanto de la Dolorosa que aún espera su Martes Santo, hasta la elegancia de la Madre del Jueves Santo, pasando por la luz entre la clausura de una Estrella de Domingo.
Triduos que han servido para encaminar las postrimerías de este curso litúrgico antes de adentrar a los hermanos en el Adviento que, a la vuelta de la esquina, anuncia un tiempo nuevo. Un periodo de esperanza en el que María, la Madre que es esclava y que espera el momento de la venida del Salvador, volverá a reclamar la atención de las miradas, como lo hace en unos cultos que lejos de los nervios y el trabajo de Cuaresma, ayudan a nutrir el interior cofrade de unos hermanos que conocen bien el camino a seguir. A Jesús por María.
Fotografías: Manuel Quesada Titos