Y Jaén la esperaba

Todo un mes llevándole flores y nueve días de oración a sus pies. Besaron su manto, rezaron el Rosario de San Bernabé con su Simpecado y cantaron aquella oración que nuestros mayores legaron. Y resultó ser poco porque llegado el día, Jaén la seguía esperando. Otra vez fueron primeros las flores, la ofrenda de…