La madre y maestra de las cofradías baezanas devuelve el culto externo a la ciudad
Nos decía el pregonero de las glorias de Baeza la pasada primavera en el atril que “la casualidad es el disfraz preferido de Dios” y esas palabras, hoy vinieron a mi cabeza, cuando en la noche caprichosa de la exaltación de la Santa Cruz, el Santísimo Cristo de la Yedra, se asomaba de nuevo a…