La pandemia del Covid-19 ha alterado de forma drástica la vida de las hermandades, hasta tal punto de que además de sus actos y cultos externos, también impide que se desarrollen otros de carácter interno. Este es el caso de las asambleas o cabildos de hermanos y los procesos electorales, que en el caso de las hermandades de la Santa Cena y del Resucitado han quedado en suspenso.
La cofradía del Domingo de Ramos anunció el aplazamiento de su proceso electoral a mediados del mes de marzo. Fue en abril de 2017 cuando José Paulano logró el respaldo de los cofrades de la Santa Cena para afrontar su segunda etapa como hermano mayor de esta hermandad.
Esta misma semana ha hecho lo propio la corporación de San Ildefonso que tenía que afrontar en las próximas semanas su calendario electoral tras concluir el primer mandato de tres años de Francisco J. Jiménez al frente de la Cofradía del Señor Resucitado y María Santísima de la Victoria.
Este mismo camino puede tomar la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén, cuyo proceso electoral estaba previsto para el próximo mes de junio. El presidente de la institución cofrade, Francisco Latorre, señalaba en Radio Pasión en Jaén que todavía no había recibido ninguna comunicación por parte de la Delegación Episcopal de Hermandades y Cofradías para actuar en consecuencia. En otras capitales andaluzas se ha planteado prorrogar un año más los mandatos de hermanos mayores y presidentes de agrupaciones y consejos de hermandades.