Nunca antes habíamos estado a 40 grados, en pleno mes de agosto y con la mente puesta en el otoño. El cambio de estación preocupa y mucho a los jienenses, temerosos de la gripe A, que ya ha tenido más de un caso en esta provincia. El miedo no es exclusivo, ni mucho menos de la provincia de Jaén. La propia ministra de Sanidad lanzaba hace sólo unos días toda una retahíla de recomendaciones para evitar contagios en la calle, en las empresas e incluso en las iglesias.

Pero no es tan fácil. No se pueden dejar de lado toda una vida de tradiciones en un sólo día, como darse dos besos al saludarse, santiguarse tras haber metido la mano en la pila de agua bendita, darse la paz durante la misa o besar imágenes como la del Abuelo. El Obispado de Jaén no ha tardado en pronunciarse. «Por el momento», se descartan algún tipo de medidas, aseguraban a principios de esta semana desde la diócesis jienense.

El obispado de Jaén cree que de aplicar las recomendaciones de Sanidad lo que conseguirían sería generar más alarma, aunque sí han dejado claro que celebrarán los actos y cultos con «la mayor higiene posible» y a la espera de ver como evoluciona la enfermedad.

También las cofradías jienenses han dado su opinión sobre la materia, que va en consonancia con la del Obispado. «Estamos a la expectativa, esperando nuevas declaraciones de las autoridades sanitarias y si hubiera que suprimir los actos, se haría, pero tampoco queremos adelantar acontecimientos», afirmaba el pasado jueves el presidente de la Agrupación de Cofradías.

Dentro de las iglesias, los feligreses tienen cada uno su opinión. Unos prefieren ser precavidos, otros seguirán cumpliendo con los rituales…
Aún así todo apunta a que la enfermedad no se va a frenar y las previsiones, conocidas también esta semana, hablan de que tres de cada diez jienenses contraerán la gripe A, aunque no todos precisarán atención médica. Para conseguir la menor incidencia posible, hasta un 40 por ciento de la población se vacunará en en el próximo otoño.

Los primeros en recibir la vacuna serán los trabajadores sanitarios, los trabajadores del sector de la educación, las embarazadas, los niños hasta 14 años y todos los pacientes con patologías crónicas graves o con problemas de obesidad, lo que se considera también un factor de riesgo. La campaña de vacunación se adelantará respecto a otros años y se hará en septiembre.
Con estas medidas se tratará de garantizar, entre otras muchas cuestiones, que el curso escolar comience con normalidad y que todos los colegios estén abiertos. La vida no se puede paralizar, lo dice la propia ministra.

Fuente y Foto: Ideal.