Martes Santo de Oración

Casi todos los ingredientes de la Semana Santa alcalaína
se dieron en la noche de ayer, en la procesión de la Oración del Huerto y
de la Virgen de la Esperanza. Bajas temperaturas, amenaza de lluvia y
gente esperando a ver procesiones, con toda la baranda de la fuente de
la Mora llena y con un gran fervor.

La procesión de la Oración del Huerto y de la Esperanza
ha ido calando en los fieles alcalaínos y en los visitantes, y se ha
convertido en una de las de mayor calado en el municipio. La salida es
una de las más emocionantes, debido a la estrechez del portón de la
iglesia de Consolación. La primera imagen en salir fue la Oración del
Huerto, y el capataz afirmaba su voz para hacer llegar el aliento a los
costaleros que con gran fuerza asomaron al Compás de Consolación,
mientras la gente aplaudía y la agrupación musical interpretaba el himno
de España.

Posteriormente, le tocó el turno a la Virgen de la
Esperanza, con su trono lleno de flores y de velas encendidas, antes los
diversos apóstoles y las mujeres en mantilla acompañaban a esta
procesión. Los costaleros tienen que hacer un gran esfuerzo para la
salida, porque la puerta es estrecha, y hay que poner una especie de
tabla en la puerta de entrada y otra vez los costaleros tienen que hacer
un mayor esfuerzo, hasta el punto de ayudarse con una serie de hierros
para que todo salga bien.

Después la apoteosis llega y el esfuerzo es atendido por
las miles de palmas y el toque de tambores y sobre todo por los cientos
de corazones que vibran durante todo el recorrido, a través de calles
estrechas por el barrio de la Tejuela.

Se trata de una cofradía joven que irrumpió en la Semana
Santa en 1986, cuando realizó su primera salida procesional, de una
forma precaria, pero apuntando que tenía que consolidarse durante el
Martes Santo.
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