Las jornadas de Santo Tomás de Aquino inciden en el valor permanente del concilio vaticano II

El Seminario Diocesano de Jaén acogía, del 4 al 7 de marzo, las XXIV Jornadas Culturales «Santo Tomás de Aquino», organizadas por el Seminario Diocesano de Jaén, el Centro Diocesano de Formación Cristiana «San Pedro Pascual», la Delegación Diocesana de Pastoral Universitaria y la Vicaría Episcopal para el Patrimonio y Diálogo Fe-Cultura. 

Dichas jornadas se abordaban en cuatro conferencias el tema: “Vaticano II: una brújula segura para orientarnos en la fe”. Así, el día 4 de marzo se iniciaban los actos programados con la conferencia La recepción del Vaticano II: Logros, carencias y caminos de D. Francisco Castro Pérez, profesor del Seminario Diocesano de Málaga. 

El martes, 5 de marzo, D. Diego Molina Molina, rector de la Facultad de Teología de Granada, presentaba su conferencia Claves de lectura del Vaticano II. El miércoles, 6 de marzo, tuvo lugar la conferencia Actualidad del Concilio Vaticano II de D. Serafín Béjar Bacas, profesor titular de la Facultad de Teología de Granada. Finalmente, el dominico D. Martín Gelabert Ballester O.P., catedrático de la Facultad de Teología de Valencia presentó el jueves, 7 de marzo, su conferencia Comunicar y trasmitir la fe en una cultura de la increencia. 

Una religión que no tiene capacidad de interpelar no interesa a nadie. Una Iglesia enredada siempre en sus propios asuntos resulta cansina. Una predicación que sólo entiende de condenas no es suficiente. De lo que se trata es de crear las condiciones que hagan posible anunciar el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y a partir de ahí vendrá la conversión, en primer lugar, del evangelizador, y, luego, de los evangelizados”, aseguraba Gelabert durante su conferencia. 

El Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López, fue el encargado de clausurar las jornadas. Asimismo, hizo hincapié en la intención del Papa Emérito al convocar Año de la Fe coincidiendo con el aniversario del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica. “El Papa Emérito, Benedicto XVI, al que estamos recordando con tanto cariño y agradecimiento, en esa Carta Apostólica Porta Fidei convocaba el Año de la Fe, uniéndolo con el 50 aniversario del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica. Su intención de unir estos acontecimientos, nos dice en esta carta, ha sido: ilustrar a todos los fieles sobre la fuerza y la belleza de la fe. Y para acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe. En realidad el catecismo, como escribió también el Papa, es el fruto auténtico del Vaticano II. De hecho, las indicaciones pastorales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, para las celebraciones de este año, insisten en estos mismos aspectos. Por tanto, era lógico, y es de agradecer, que estas 25ª Jornadas Culturales «Santo Tomás de Aquino», en este curso, tuvieran como objetivo continuar profundizando en las enseñanzas del Vaticano II”. 

Cada uno de los documentos Conciliares del Vaticano II no hacen sino reafirmar la continuidad de las enseñanzas de la Iglesia Católica. No hay una Iglesia pre y otra Iglesia post Conciliar. Existe una y única Iglesia que sigue su camino bajo la luz y asistencia del Espíritu Santo, ahondando progresivamente y comprendiendo cada vez mejor el depósito de la fe que el mismo Cristo le ha confiado. No hablemos de saltos, ni de rupturas, sino de continuidad”, finalizaba. 
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