Lo que iba a ser una tarde especial, un día histórico para la Cofradía de la Virgen de la Capilla, co-patrona de la ciudad, finalmente lo fue, pero no tanto como se esperaba. Si el domingo era el Cristo de Charcales el que se quedaba en su ermita debido a la lluvia, ayer corrió la misma suerte la Virgen de la Capilla, aunque, en este caso, donde se tuvo que quedar fue en la Catedral.
Hasta allí había llegado la imagen procedente de Sevilla, concretamente desde el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), donde ha pasado los últimos diez meses sometiéndose a un completo proceso de restauración. Ayer, en el magno templo, la recibieron la alcaldesa de la ciudad, Carmen Peñalver, la viceconsejera de Cultura, Dolores Hernández, el obispo de la Diócesis, Ramón del Hoyo, el Hermano Mayor de la cofradía, José Humberto Montero y muchos jienenses que no quisieron perderse un momento tan entrañable.
Lo previsto
La idea era que tras la explicación por parte de los responsables del IAPH de los trabajos realizados, la co-patrona de la ciudad fuera trasladada en procesión hasta su iglesia, la de San Ildefonso, donde, sin duda, sus fieles la esperaban con muchas ganas.
Pero la tarde no acompañó. Aunque a la hora prevista de salida del cortejo, las ocho y media, no llovía, sí lo había hecho con anterioridad y la previsión indicaba que las precipitaciones seguramente volverían después. «Ha sido una lástima, nos hubiera gustado que hubiera ocurrido como en 1983, cuando el pueblo de Jaén se echó a la calle para acompañar a su patrona. Pero estamos hablando de conservar el patrimonio de la cofradía, de preservar la imagen, que es Bien de Interés Cultural, y hemos decidido no arriesgarnos». Eran las palabras del Hermano Mayor, José Humberto Montero, que no podía ocultar su pena, pero que era consciente de que lo primero era la imagen, más cuando ha vuelto restaurada.
Así pues, y tras deliberar mucho, la cofradía decidió no salir. El cortejo procesional se redujo a las naves de la Catedral y, según las primeras intenciones, la idea era trasladar a la imagen en su caja de seguridad durante la pasada madrugada. «Nos habíamos planteado hacer el traslado mañana (por hoy), pero la previsión no es mejor», manifestó Montero.
En cualquier caso, y más allá de las inclemencias meteorológicas, lo que está claro es que la imagen de la co-patrona ha vuelto en perfectas condiciones. «No hacía falta ver el resultado final, desde que uno entra por las puertas del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, la confianza es total en todos los técnicos. Son unos grandes profesionales y por tanto sólo se podía esperar un buen trabajo», manifestaba José Humberto Montero.
Según explicó la viceconsejera, «se ha intervenido sobre el camarín de la Virgen, sobre la propia imagen y sobre las peanas que conforman el trono de la virgen».
La actuación
La restauración de la talla ha tenido un coste de 24.000 euros. La intervención llevada a cabo ha sido integral, atendiendo a las deficiencias observadas a nivel de soporte y policromía. Las técnicas de restauración y conservación aplicadas han conseguido restablecer la estabilidad estructural al conjunto lignario así como al policromo. El mal estado de conservación general que presentaba la escultura justifica, según el IAPH, esta intervención, cuya finalidad ha sido estabilizar los diferentes componentes matéricos utilizados en su ejecución, devolviendo la unidad y cohesión al conjunto.
Las actuaciones llevadas a cabo a nivel de soporte han sido las necesarias para asegurar la estabilidad estructural del conjunto. La eliminación, en el caso de la Virgen, y la sustitución, en el caso del Niño Jesús, de los antiguos sistemas de sujeción de las coronas van a minimizar los problemas que hasta ahora venían padeciendo las imágenes como consecuencia de su adaptación a unos elementos ajenos a su concepción original.
La alcaldesa de Jaén apuntó que la de ayer era «una tarde entrañable para todos los jienenses, pues recibimos a nuestra patrona, a la alcaldesa perpetua de la ciudad, y la recibimos restaurada». Peñalver dio las gracias a la Consejería de Cultura por haber restaurado «una imagen muy valiosa por lo que representa para los jienenses tanto en lo religioso como en lo cultural».