No era Martes Santo pero su gente estaba esperándola como en el día grande. María Santísima del Mayor Dolor volvía a encontrarse con su barrio de la Magdalena en una tarde de primavera, pero con ambiente muy distinto. Sin más música que los cánticos de sus devotos, la Madre de la Clemencia fue portada por sus costaleras en un recorrido íntimo por lo más profundo de un barrio que la necesita.
Así transcurrió el Rosario Vespertino celebrado por la Hermandad de la Clemencia con su Titular Mariana. Momentos de oración junto a María en las postrimerías de un mes de mayo que agota las jornadas que nos aproximan al final del curso cofrade 2015-2016.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos