La Carolina entrega la llave de la ciudad a Nuestro Padre Jesús Nazareno

En el tercer domingo de Adviento en el que la liturgia nos invita a abrirnos a la alegría por la venida del Señor, “Domingo Gaudete”, la comunidad cristiana de La Carolina celebraba, con gozo, la entrega de la llave de la localidad a la querida y venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tras el aplazamiento de la celebración por la pandemia y una vez concluido el proceso administrativo solicitado por el pleno del Excelentísimo Ayuntamiento en el que se concedía este galardón a la bendita imagen del Nazareno, se han desarrollado diferentes actos con motivo de esta efemérides.

Como pórtico a esta celebración extraordinaria se ha presentado una muestra en la Sala de Interpretación, de la calle Posadas, donde se mostraba el caminar  en el tiempo de esta hermandad siguiendo las huellas de Jesús. Así se ofrecieron al público fotografías, documentos, enseres cofrades, ornamentos sagrados, etc. En la víspera, a modo de preparación, tuvo lugar un concierto oración ante el Santísimo animado por el cantautor Marcelo Olima, quien entre cantos de acción de gracias, de súplica… en los que participaron los fieles, propició un tiempo de adoración, de reflexión y  de  encuentro con el Señor que concluyó con la bendición impartida por el párroco de la Inmaculada y consiliario de la cofradía, D. Germán.

El domingo, día grande, bendecido por la lluvia tan necesaria, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, Don Sebastián Chico Martínez, y en la que concelebraron el párroco de la Inmaculada y S. Juan de la Cruz,  D. Germán García Aguilera; D. Gabriel Robledillo, sacerdote que participa en la vida parroquial; el párroco de S. Carlos Borromeo, D. José Luis Martínez Poyatos, así como el secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova. Participaron también en la celebración la alcaldesa de La Carolina, Doña Yolanda Reche, representantes de la Corporación Municipal; Presidente de la Diputación Provincial,  D. Francisco Reyes; el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, D. Jesús Estrella; cofradías de Jesús Nazareno de la diócesis; cofradías carolinenses y numerosos fieles de las comunidades parroquiales.

Debido a la deseada lluvia, la eucaristía que se iba a celebrar en la plaza de la Iglesia fue en el templo de la Inmaculada, sede canónica de la cofradía. Tras la proclamación de la Palabra de Dios de este domingo en el que se nos invita a vivir la alegría de la cercanía del Señor, nuestro Pastor diocesano se dirigió a la comunidad saludando a los sacerdotes concelebrantes, al Hermano Mayor y Junta de Gobierno así como  a los hermanos de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y los felicitó por la concesión de las  llaves de la ciudad a su  titular, imagen emblemática que recoge la realidad de vuestra historia y ante a la que a lo largo de todo el año pasan devotos para agradecer los bienes recibidos, presentar sus necesidades,…                                                                     

 A continuación saludó a la alcaldesa,  miembros de la Corporación Municipal y demás autoridades civiles y militares y  continuaron sus palabras: Con este gesto de la entrega de la llave de la ciudad, ponéis en las manos de Jesús Nazareno vuestras vidas, pedís que custodie vuestras familias, que abra y cierre vuestros corazones para vivir en justicia, paz y felicidad. A Él os encomendáis como custodio de vuestra ciudad. Muchas felicidades. Aludiendo a la liturgia de este tercer domingo de adviento, “domingo gaudete” explicó cómo hemos de estar alegres por el nacimiento del Señor. Estad alegres, el adviento es una invitación a que Dios entre en nuestros hogares, en nuestras vidas, en nuestros barrios y parroquias para traer luz en medio de tantas sombras. Hoy deseamos acogerlo y darle la llave de nuestro corazón, a Él que ha querido entrar en la historia de la humanidad a través de María, la Virgen. Nos exhortó a que Cristo sea el centro de nuestras vidas. Él marcó un camino de renovación y sigue actuando hoy a través de nuestras palabras y obras. Cristo se hará presente en medio de nosotros, esta es la alegría que hoy celebramos. Concluyeron sus palabras pidiendo a María, causa de nuestra alegría, que bendijera a todos y nos ayude a caminar hasta la vida eterna donde con los brazos abiertos nos espera Jesús Nazareno.

Dña. Yolanda Reche entregó la llave de la ciudad a Jesús Nazareno y en sus palabras destacó la labor que realiza la cofradía no sólo en torno a la Semana Santa, sino que también es ejemplo de solidaridad y muchas otras cualidades más. Destacó la Semana Santa como una de las señas de identidad del municipio y manifestó que es el momento de hacer realidad y mostrar nuestro apoyo y agradecimiento a la labor que hacen las cofradías en La Carolina, y especialmente, a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Nazareno y María Santísima de la Aurora”.

El hermano Mayor D. Bartolomé Montaner, en nombre de la Junta de Gobierno agradeció al Ayuntamiento la distinción otorgada a su imagen titular y expresó su alegría por tal reconocimiento.

Previo a la bendición, D. Germán, párroco de esta feligresía, se dirigió a todos expresando como ésta había sido una jornada entrañable, manifestó su gratitud a nuestro Obispo por su presencia, que es un impulso y una gran alegría y comentó que en este día se cumplían tres meses del inicio de su ministerio sacerdotal, tres meses de aventura ilusionante entre nosotros y recordaba como Cristo ha de ser el centro de la comunidad, Él nos anima a seguir haciendo realidad ese proyecto de vida desde la comunión. Agradeció igualmente la colaboración de las instituciones, de las cofradías…  y la mano tendida del Ayuntamiento para realizar un proyecto común: que la vida de nuestro pueblo sea mejor destacando cómo Cristo nos sirve de modelo. Finalizó su intervención dando gracias a Dios por esta celebración, aludió a la vigilia de oración de la tarde anterior, se refirió a la procesión de Jesús bendiciendo nuestras calles, suspendida por la climatología. Finalmente animó a todos a construir la parroquia que Dios quiere, la familia de los hijos de Dios.

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