Con la primera luz del último día del Señor del mes de mayo, la Virgen de la Amargura volvió a pisar las calles de Jaén en su tradicional Rosario de la Aurora. Una estampa que se repite cada primavera y que invita a la oración comunitaria en el silencio del despertar de una jornada que se ilumina con el rostro de María Samtísima.
Fotografías: Ricardo Armenteros