Jaén abraza al Santísimo

La ciudad de Jaén vivió ayer en una mañana muy calurosa y con enorme participación de jienenses la solemne fiesta del Corpus Christi. Los actos se iniciaron a las diez de la mañana, en la Catedral, con la Eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, don Ramón del Hoyo López, concelebrada con sacerdotes de la ciudad, en un templo abarrotado de fieles, encontrándose entre ellos el alcalde y miembros de la Corporación Municipal, representaciones del mundo cofrade de la ciudad, especialmente de las hermandades sacramentales.

 

El obispo pronunció una homilía en la que saludó la presencia de todas las representaciones asistentes, destacó la importancia de la Eucaristía para el mundo cristiano y destacó la celebración en esta misma jornada del Día Nacional de Caridad. Mientras, en las parroquias de La Merced, San Ildefonso y San Bartolomé, se celebraban misas en las que eran protagonistas los niños que este año han recibido su primera comunión y que se unirían después a la procesión.

 

Tras la misa se inició la procesión con el Santísimo Corpus Christi. Miles de personas esperaban en la Plaza de Santa María, en la que después de las once de la mañana apareció la bellísima custodia, entre una espectacular y ya tradicional lluvia de pétalos. Empezaron a entonarse cánticos eucarísticos y se formó la comitiva en la que el orden era el siguiente: Gran cantidad de niños de comunión abriendo la comitiva, parroquias asistentes, cofradías y hermandades de Jaén, Hermandades Sacramentales de la ciudad, Cofradía Sacramental de San Ildefonso, Agrupación de Cofradías y Hermandades, Adoración Nocturna, Escolanía de la Catedral, seminaristas, clero, Cabildo catedralicio, la Custodia, con el obispo de la diócesis, palio portado por cofrades como en otras ocasiones, Hermandad Sacramental de la Catedral, autoridades civiles, con el alcalde (que al principio cedió el bastón de mando a la Custodia con el Santísimo) y otras representaciones, así como la Banda Municipal de Música que cerraba el cortejo, y tras ella centenares de fieles que se fueron sumando durante todo el trayecto.

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