Manuel J. Quesada Titos

El Silencio comprará la antigua casa de hermandad del Perdón

Los hermanos del Silencio han aprobado en Asamblea Extraordinaria la compra del bajo comercial situado en la calle San Antonio número 6 de Jaén, donde se encontraba la anterior casa de hermandad del Perdón, para ubicar allí la casa de hermandad de la corporación del Martes Santo. A escasos 100 metros de la parroquia de Cristo Rey, la Hermandad del Silencio ha considerado esta opción como la mejor para contar con un espacio adecuado en el que custodiar y conservar su patrimonio documental y artístico, a la vez que establecer una sede social de atención a sus hermanos.

En la actualidad, la Hermandad del Silencio carece de sede social, teniendo únicamente cedido de uso, dos pequeñas zonas en la parroquia de Cristo Rey, una de ellas sita en el patio de la parroquia y que se utiliza como fabricanía y atención al hermano, y otra ubicada en la torre de la parroquia y que se utiliza como almacén de enseres. “En los últimos años nuestra Hermandad está experimentando un crecimiento considerable tanto en número de hermanos como en enseres y patrimonio artístico que obliga a distribuir estos en distintas ubicaciones privadas dada la incapacidad material de contenerlas en los espacios disponibles en nuestra sede canónica”, argumenta la cofradía, que recuerda que los pasos procesionales se encuentran en la nave de la Agrupación de Cofradías. “De estas premisas se establece la necesidad de adquirir unas dependencias que por un lado cubran las necesidades para la custodia y conservación del patrimonio artístico y documental de la Hermandad, y por otro permitan establecer una sede social de atención al hermano”, concluye la memoria presentada a los hermanos.

El inmueble consta de una superficie de 100 metros cuadrados distribuidos en una sola planta diáfana, provista de alimentación eléctrica y agua. Una vez aprobada por parte de los hermanos en la pasada asamblea extraordinaria, la Hermandad del Silencio procederá a la compra de este bajo en una operación que cuenta con el visto bueno del Consejo Parroquial de Asuntos Económicos y el Arciprestazgo de Santa María del Valle, tal y como informa la propia cofradía.

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