El pasado viernes, 19 de marzo, Solemnidad de San José, el Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, presidía el octavo día de la Novena en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tras la corona dolorosa, la Eucaristía comenzaba en torno a las 19 horas en el en la Iglesia de San José de los Descalzos y Santuario de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la capital. Estuvo concelebrada por el capellán y rector del Santuario, D. Antonio Aranda; y el Vicerrector del Seminario, D. Juan Carlos Córdoba.
Asimismo, participaron diversos miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía y los seminaristas que fueron los encargados de las lecturas, en el Día del Seminario. Estuvieron presentes, también, numerosos fieles, respetando, en todo momento, las normas de seguridad e higiene frente a la COVID-19. El acompañamiento musical corrió a cargo del grupo Xauen Lírica.
Durante su homilía Don Amadeo subrayó que cada uno de nosotros tenemos una vocación, que no es otra que la de la santidad. Y, de un modo especial, nosotros contemplamos el testimonio precioso de los santos. “Hoy, en un día tan especial para la vida de la Iglesia, contemplamos el misterio de nuestro amado San José. La Iglesia, como nos ha dicho el Papa Francisco en esa preciosa carta Patris Corde, san José siempre ha sido amado por los hijos de la iglesia y poco a poco hemos ido comprendiendo el papel de San José en el caminar de la Iglesia y, sobre todo, el papel de la misión que Dios le encomendó en la en la encarnación redentora de su hijo Jesucristo”.
El Obispo insistió en que San José tuvo un papel especialmente complejo, igual que María, porque tuvo que aprender a aceptar la voluntad de Dios. “Que aprendamos de San José, a hacer en todo momento, en medio de grandes dificultades, en medio del sufrimiento, del dolor, la voluntad de Dios. Porque San José, como dice el Papa, lo va afrontando todo con una valentía creativa y hace siempre lo que debe, lo Dios quiere, por el bien de su hijo, de su familia y de la humanidad. Pues que nosotros también aprendamos, en esta fiesta de San José, a aceptar lo que Dios nos va indicado en cada momento. Que Dios vaya poco a poco forjando nuestra vida, nuestra vida en la santidad, dejándonos hacer, dejándonos construir en el amor misericordioso de Dios”.
Tras la exposición del Santísimo, el ejercicio propio de la Novena y la bendición y solemne Reserva, tanto el rector del Santuario, como el hermano Mayor de la Cofradía de “El Abuelo” quisieron demostrar su afecto a Don Amadeo y agradecer su presencia en esa tarde tan especial. Igualmente, quisieron mostrar su disponibilidad para todo lo que necesite a lo largo de su camino pastoral.
Finalmente, el Obispo firmó en el libro de honor dejando constancia de que había celebrado la Eucaristía allí esa tarde y que había pedido a San José la protección a todos sus hijos de la Diócesis de Jaén, en estos tiempos difíciles de la pandemia de la COVID-19. También, le pidió que le acompañe y fortalezca en estos últimos tiempos de su ministerio episcopal. Por último, mostró su felicidad por la presencia del Seminario y sus Seminaristas en esa celebración y le pidió a San José nuevas vocaciones para la Diócesis del Santo Reino.