Este fin de semana ha dejado imágenes que cuando el paso del tiempo nos obligue a indagar en la memoria, tildaremos con razón y mérito como históricas. A la celebración del Triduo de la Estrella, por primera vez en sus más de 38 años de vida, en el Parroquia de la Merced, se sumó, el domingo, la Festividad del Divino Maestro en este mismo templo, lo que permitió que Jesús Divino Maestro y María Santísima de la Estrella coincidieran en el mismo sitio, y a la misma hora.
De este modo, las dos cofradías del barrio de la Alcantarilla, hermanadas desde el pasado año, vieron a sus Imágenes Titulares juntas, en la Merced, donde siempre permanece Nuestra Señora de las Lágrimas, de la Cofradía de los Estudiantes, testigo de un acontecimiento motivado por la pandemia del coronavirus, que quedará para siempre en la retina de unos cofrades que, ante la dificultad, siguen celebrando sus cultos con la solemnidad y belleza que les caracteriza.