Diga treinta y tres

Recién estrenada la estación otoñal, todavía se repiten en nuestra memoria esas instantáneas cargadas de sonido, olor y sentimiento que la pasada primavera se sucedían por los rincones de nuestra ciudad. Con fuerzas renovadas, hace días que las cofradías y hermandades de la capital del Santo Reino comenzaron un nuevo curso cofrade, lleno de ilusiones y proyectos.

A fin de llevar a cabo esta nueva andadura con total garantías, es necesario hacerse un reconocimiento médico, ese chequeo rutinario que pretende detectar si tenemos algún tipo de anomalía para tratarla y así evitar que se convierta en enfermedad. Para ello vamos a echar un vistazo a nuestro historial y a la sintomatología actual.

Y es que si hace unos años teníamos varias hermandades intervenidas por el obispado [1], en el periodo que va desde la pasada Semana Santa hasta el día de hoy, se han sucedido dimisiones de buena parte de miembros de junta de gobierno en dos hermandades[2, 3].

Estos hechos son un jarro de agua fría para aquellos cofrades, hermandades y grupos parroquiales que mediante su trabajo constante en caridad, cultos, formación, juventud y manifestación pública de fe tratan de poner al mundo cofrade en el lugar que se merece. Esto se ve afectado por las anteriores noticias, que hacen que se meta en el mismo saco a todos los cofrades.

Sin duda alguna, dichos acontecimientos suponen un gran obstáculo para los grupos parroquiales de la ciudad, ya que da motivos más que suficientes para que desde el Obispado se mire con reticencia la incorporación de nuevas hermandades, viendo el estado de salud de algunas cofradías ya consolidadas. Además, le da la razón a aquellos que no quieren hermandades ni en pintura.

Una vez expuestos los síntomas y el historial, le preguntamos a nuestros lectores:

¿Cómo es el actual estado de salud de nuestras hermandades?

¿Piensa que los hechos comentados anteriormente son casos puntuales o deberíamos preocuparnos?

¿Qué medidas habría que llevar a cabo para que no se vuelvan a repetir?

Desgraciadamente, en este caso va a ser difícil que esto se cure con Paracetamol y mucha agua. Esperemos que sean casos puntuales y que se tomen las medidas necesarias para no tener que escuchar la frase:

“Siguiente paciente”.

[1] https://pasionenjaen.com/el-obispado-interviene-a-las-cofradias-del-santo-sepulcro-y-la-clemencia/

[2] https://pasionenjaen.com/la-terna-del-resucitado-presenta-la-dimision/

[3] https://pasionenjaen.com/la-borriquilla-se-queda-sin-junta-de-gobierno/

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