La pandemia, como casi todo en nuestras vidas, ha condicionado y retrasado un día que los hermanos del Divino Maestro llevan esperando desde hace tiempo. En una cofradía joven, que se caracteriza por no hacer las cosas con prisas, se hacía presente el nerviosismo de quien desea el encuentro con alguien muy especial. Pero nada pasa por casualidad, y el calendario quiso que María Santísima del Amor se hiciera presente cuando todos esperamos a su Hijo, en Adviento.
La Parroquia de la Merced estaba repleta para vivir en primera persona la bendición de la Madre del Divino Maestro, una celebración presidida por el Obispo de Jaén, Sebastián Chico, en la que tuvieron un protagonismo especial los alumnos y alumnas del colegio donde María tendrá residencia.
Las cofradías de los Estudiantes y de la Virgen de la Cabeza de Jaén ejercieron como madrinas en un acto emotivo al que siguió una jornada para el recuerdo. A la mañana siguiente, María Santísima del Amor era trasladada al Colegio Divino Maestro acompañada por sus cofrades, alumnado y profesorado de una familia educativa que se había imaginado en múltiples ocasiones este encuentro.
Por su parte, la banda de música Blanco Nájera aportó sus primeras oraciones musicales a la Imagen mariana que se aleja de la estética de Dolorosa, sencilla en su vestimenta y capaz de hablar. Para escucharla, solo hay que poner atención con el corazón.