Alegre y numerosa procesión de La Morenita por las calles de Jaén

Los jienenses demostraron ayer su fe mariana ante la Virgen de la Cabeza, que llenó las calles de ambiente festivo a falta de una semana para la celebración de la Romería en el Cerro del Cabezo.

La Junta de Gobierno de la Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza precedió en la tarde de ayer una procesión caracterizada por el ambiente alegre, colorido y sonoro, con la participación de dos bandas: la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad de Jaén y la Banda Municipal de Música de Jaén.
Desde la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, su sede canónica, la Virgen recorrió las principales calles del centro de la ciudad, siempre acompañada de numerosos jienenses, que se echaron a la calle en una tarde de domingo en el que las condiciones climatológicas acompañaron.
Uno de los momentos más bonitos del itinerario fue la ofrenda floral que la Junta de Gobierno de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús le hizo a las puertas del Santuario Camarín. A este momento se unieron los protagonizados por el Coro Jacaranda, que ha sido apadrinado por la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, y ayer cantó a La Morenita en distintas calles.
Llevada a andas por 20 hombres, la Virgen lució un manto rojo que ha sido restaurado este año, ya que perteneció a la anterior talla, por lo que después de más de veinte años, la Virgen de la Cabeza pudo lucirlo. Además, fue rodeada de rosas blancas y gladiolos rojos.
La Cofradía recogió durante el recorrido de la procesión los vítores más populares, los que cada año los romeros jienenses lanzan a la imagen.
La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad precedió a la comitiva con los representantes de las juntas de Gobierno de las hermandades de Gloria de Jaén y niños vestidos con los trajes típicos de las fiestas marianas de Jaén.
Las mujeres vestidas de mantilla abrían paso en el itinerario, que se prolongó en la tarde de ayer en torno a las tres horas y media.

El hermano mayor, José Antonio Martínez, valoró el respeto y la fe que los jienenses demostraban ante la Virgen. “Se nota que Jaén tenía ganas de procesión y se ha echado a la calle”, valoró.
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