Los devotos y apasionados de Semana Santa temen ya que los desfiles procesionales que están previstos para dentro de cuarenta días tengan que padecer las mismas inclemencias climatológicas que azotaron ayer la ciudad. Y es que la Cuaresma ha comenzado de forma empañada debido a la lluvia. Ayer se tuvo que suspender el tradicional traslado de sagradas imágenes a la catedral para, una vez concluida la misa del Miércoles de Ceniza, poder realizar el vía crucis por las calles de la ciudad.

Los partes meteorológicos daban desde hace días pocas esperanzas. Pero aún así, se esperó hasta el último momento para ver si podría salir de la iglesia de San Juan el Cristo Yacente, titular de la cofradía del Santo Sepulcro. Sin embargo, un día desapacible, con abundante lluvia y fuertes rachas de viento, hicieron desistir a los miembros de la cofradía.

«Temeridad»

Así lo confirmaba el hermano mayor del Santo Sepulcro, Víctor Manuel García, quien momentos antes de la hora prevista para la salida observaba que el aire y la lluvia no amainaba. «Es una temeridad sacar la imagen a la calle con este tiempo. No sólo tiene que salir, sino que luego también debe volver al templo», decía. Por ello, lamentaba no poder realizar el vía crucis que este año se había encomendado a la hermandad, ya que este menester es rotatorio en cada Semana Santa se elige a una hermandad diferente para que muestre sus imágenes a los ciudadanos.
«El mal tiempo provoca además mucho desorden y la gente desiste de salir de su casa. Hubiera sido además un acto muy deslucido», se lamentaba ayer García. «Es una pena que no podamos hacer el vía crucis, ya que el objeto de este traslado es que la gente lo vea y, al fin y al cabo, evangelizar», añadía.

No obstante, el hermano mayor no perdía ayer el optimismo y reconocía que «si este año no ha podido ser, ya lo haremos en otra ocasión».

Por su parte, y pese a que tuvo que suspenderse el vía crucis por la ciudad, sí que se continuó con el resto de cultos previstos al fin de iniciar oficialmente el tiempo de Cuaresma, que desembocará en los días de Semana Santa a final de marzo. De este modo, se celebró la misa, oficiada por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo. A la eucaristía asistieron numerosos fieles que retaron al frío y la lluvia. Durante la misa, se realizó el rito de la imposición de ceniza.

Dentro de la Catedral

Una vez finalizada, se llevó a cabo un vía crucis por el interior de la catedral, recorriendo sus diferentes naves. El itinerario incluyó las catorce estaciones dictaminadas en este culto, convirtiéndose éste en uno de los momentos más íntimos y sosegados de los actos. De esta forma se dio paso a la Cuaresma del año 2010, una de las más tempranas de los últimos años. Será a partir de ahora cuando las cofradías y hermandades de la ciudad se sumerjan de lleno en sus diferentes actos hasta culminar en las procesiones de Semana Santa.