Por su interés, reproducimos la carta pastoral elaborada por nuestro Obispo D. Ramón del Hoyo coincidiendo con la Solemnidad de la Santísima Trinidad:
1. Los consagrados contemplativos son para la Iglesia y el mundo una parábola viva de la entrega concreta de un cristiano al Señor y a los hermanos. Son signo elocuente de la presencia del Reino de Dios para el mundo y reflejo nítido de la entrega de Jesucristo al Padre, en el Espíritu, mediante su obediencia plena al cumplimiento de su voluntad. Su modo de vivir manifiesta ante los fieles un completo abandono confiado en las manos de Dios y son el anuncio más fuerte y claro de su presencia para todos nosotros.
Dentro del pueblo de Dios son centinelas que anuncian la vida nueva que brota de nuestra fe en Cristo, como manantial inagotable de agua viva. No tienen otros amores, ni otras preocupaciones, que sólo a Dios, porque “quien a Dios tiene, nada le falta; sólo Dios basta”.
2. Os saludamos con afecto en vuestra vocación de especial consagración. Queremos daros las gracias de corazón por vuestra presencia en los veinte monasterios de clausura repartidos por toda la geografía diocesana. Irradiad día y noche el amor de Cristo, luz del mundo, y rogad por todos nosotros, porque necesitamos de vuestras súplicas ante el Señor y ante María Santísima, modelo de consagración.
La Diócesis de Jaén os agradece que hayáis plantado vuestra tienda ante nosotros. Vuestra soledad sonora, el eco de vuestros cantos y oración constante, nos llenan de esperanza y seguridad en nuestros caminos. Hablad a Dios por los niños y jóvenes, por las familias y sacerdotes, por los ancianos y enfermos, porque con frecuencia el ruido de la calle y de esta vida tan frenética que solemos llevar dificulta escucharle a Dios, que habita en el interior de nuestras almas.
3. Precisamente vuestra vida contemplativa, que mantiene un contacto continuado con la luz de Cristo, nos enseña que el mundo necesita de nuevos evangelizadores que hablen de Dios pero que han de modelarse primero en su presencia y con su amistad. En este sentido los contemplativos sois los nuevos y primeros evangelizadores desde vuestra cercanía al rostro radiante del amor de Dios.
Decía Su Santidad, Benedicto XVI, a las religiosas jóvenes reunidas en el Patio de los Reyes de El Escorial, durante la pasada JMJ, que estaban llamadas, desde su radicalidad evangélica, a expresar “la misión que Dios ha querido confiaros” y a dar “testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración”.
Nos preceden los contemplativos en el camino de redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe, como objetivo primordial de la Nueva Evangelización.
4. Hermanos sacerdotes y queridos fieles: Os invito a valorar y agradecer la presencia de nuestras hermanas contemplativas en la familia diocesana.
Esperan de nosotros ayuda espiritual al tiempo que nos enseñan a valorar, sobre todo ante los adolescentes y jóvenes el valor de sus vidas escondidas en Dios, alabándole y adorándole.
Nos unimos a su oración, especialmente durante esta jornada, para rogar al Dueño de la Mies nuevas vocaciones de consagración a la vida contemplativa, y agradecemos su entrega fiel y apoyo ante el Señor por esta Iglesia diocesana.
Con mi saludo en el Señor. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén.