Miércoles Santo. De nuevo, la iglesia parroquial de Cristo Rey volvió a abrir su puerta lateral después de haberla cerrado el día anterior con la entrada del Stmo Cristo de la Humildad. Esta vez le tocaba a la otra cofradía que comparte sede canónica, el Perdón.
Multitud de personas se agolpaban minutos antes en la coqueta calle San Carlos para ver salir a una de las cofradías más queridas de la capital. La Cruz guía pasaba por el dintel de la puerta dejando ante sí a los hermanos de luz que alumbraban el camino hacia el primero de los tres pasos procesionales, el misterio del Stmo Cristo del Amor en su prendimiento.
Con el exquisito paso de sus costaleros y con un misterio que refleja fielmente el momento de la traición de Judas, salió a la calle bajo los sones de la Agrupación Musical Jesús Despojado, la cual no cesó de interpretar sus sones cofrades en todo momento, haciendo especial mención precisamente a la salida, al itinerario oficial, a la calle maestra y a la recogida de la hermandad, cuatro puntos claves donde la hermandad se pudo lucir por completo.
Tras este magnífico misterio, le tocaba a Jesús del Perdón, que este año volvió a tener bajo sus pies los claveles rojos que el pasado año no llevaba, en favor de los lirios morados. Con su elegante andar y esa profunda mirada, llenó de Perdón el corazón de los Jiennenses, Tras él, la banda de Cornetas y Tambores del Stmo Cristo de la Expiración fue dejando su sello por las distintas calles de la capital con unos excelentes sones cofrades de corneta que no cansan a la cofradía, puesto que son ya tres años consecutivos los que lleva acompañando dicha banda a la hermandad.
Por último, María Stma de la Esperanza observaba a lo lejos a su hijo. Con su tradicional paso portado a varales por sus costaleros, el palio se lució en todo su esplendor. No faltó, como es costumbre, el discurrir más rápido de lo habitual por momentos, bajo los sones de la Sociedad Filarmónica de Jaén. En la recogida se pudo observar perfectamente esta magnífica talla con su candelería totalmente encendida, dejando entrever distintos detalles que solo de noche se pueden observar con nitidez.
Un nuevo miércoles santo para la hermandad que piensa ya en la semana santa del próximo año.