El segundo domingo de mayo, todos los hijos de Porcuna y devotos de la Santísima Virgen de Alharilla tienen su cita anual con su patrona. El llano acogió de nuevo a un sinfín de peregrinos que tanto de Porcuna como de los pueblos de alrededor fueron a visitar a la Virgen en su día.
El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, presidió la Eucaristía solemne a las 11.30 de la mañana cumpliendo, así, el compromiso que adquirió desde su primer año como pastor de nuestra Diócesis. Don Amadeo ha estado presente en Porcuna cada mayo y ha hecho que la devoción alharillera cobre si cabe, mucho más esplendor.
Este 2021 se ha vivido una romería distinta. Todos los actos tradicionales se han visto mermados e incluso muchos de ellos, suprimidos por las restricciones. No obstante, se ha conseguido llevar a cabo un programa adaptado para que todos los fieles pudieran estar cerca de la Virgen. Durante los días previos, se habilitó un horario especial de apertura del Santuario para que gradualmente todos los devotos pudieran ir a rezar ante la Madre de Dios. Además, la ofrenda de flores que se celebraba en la plaza de Andalucía de Porcuna se trasladó al mismo santuario en horario ininterrumpido para evitar aglomeraciones.
La Junta de Gobierno, presidida por D. Francisco Chiachio Nieto, ha trabajado durante varios meses para intentar celebrar unos cultos dignos, que cumplieran los protocolos de seguridad. De este modo, se ha conseguido unas celebraciones muy distintas a las de años previos, pero al menos, se ha podido sentir la cercanía y el fervor de la gente por su patrona. Don Amadeo agradecía al pueblo de Porcuna su acogida y exhortaba a vivir una vida cristiana con la poderosa intercesión de María. Sus palabras alentaron a seguir trabajando incansablemente por difundir la devoción a la Virgen de Alharilla como hicieron nuestros antepasados. Destacó la gran presencia de la Virgen en la vida de la Diócesis con un notable número de santuarios marianos diseminados por toda la provincia.
El coro romero “Sentir Alharillero” puso la nota musical a una celebración querida y emocionada, ya que el pasado año las fiestas tuvieron lugar en pleno confinamiento domiciliario. Con la esperanza de vencer a la pandemia y que el próximo año se pueda vivir una romería en plenitud, terminaba un día gozoso lleno de esperanza y devoción a la Madre de Dios.