Diócesis de Jaén

Baeza acoge el XXXI Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades

El pasado 30 de noviembre, fiesta de San Andrés Apóstol, la Capilla de San Juan Evangelista de la antigua Universidad de Baeza acogía el XXXI Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades.

Encuentro
La jornada comenzaba a las 10:00 horas con la presentación del Encuentro, que estuvo presidido por el Vicario General de la Diócesis, Don Francisco Juan Martínez Rojas, acompañado por el Delegado de Hermandades, Cofradías y Grupos Parroquiales, D. Juan Francisco Ortiz González y por el presbítero D. Francisco Javier Díaz Lorite. Una vez realizada la presentación por parte del Vicario General, el Encuentro continúo con la ponencia impartida por el Dr. Díaz Lorite  con el título de: “San Juan de Ávila y la Piedad Popular”. En un año tan especial para la Diócesis, que celebra el Año Jubilar Avilista, los cofrades pudieron deleitarse con una ponencia de altura, en la que conocieron de primera mano cual era la relación de San Juan de Ávila con las cofradías baezanas de la época, y que pensaba sobre ellas.

Al finalizar la misma, y antes de comenzar con una serie de intervenciones de interés para las cofradías y hermandades, el Delegado de Hermandades y Cofradías, leyó un afectuoso mensaje que desde Roma escribía nuestro Prelado Don Amadeo Rodríguez Magro. En el mismo, lamentaba no estar presente en el Encuentro y saludaba a todas las cofradías y hermandades, exhortándolas a seguir evangelizando en nuestra Diócesis de Jaén. Tras un aplauso unánime de los presentes, el encuentro continuó con la presentación del documento “Nuestras Cofradías, Hermandades y Grupos Parroquiales de Culto en el Contexto de la Piedad Popular. Lugar teológico y fuerza evangelizadora en la Diócesis de Jaén”. Se trata de un documento presentado por el Consejo de Presbiterio, a petición del Obispo, en el marco del plan pastoral titulado “Caminando en sueño misionero de llegar a todos”. En el curso 2019-2020 de dicho plan pastoral, en el cuarto objetivo se nos pide cuidar la Piedad Popular y evangelizarla. El protocolo presentado recoge los principios básicos de la Piedad Popular así como la normativa vigente en la Diócesis de Jaén, finalizando con unas cuestiones para el diálogo y la aportación de propuestas pastorales. Para concluir las comunicaciones, el Delegado de Protección de Datos de la Diócesis de Jaén, Sergio Ramírez Pareja, se dirigió a los presentes para presentar el documento que recoge los primeros pasos a dar en la aplicabilidad de la nueva legislación en materia de protección de datos en las Cofradías, Hermandades y Grupos parroquiales. Tras un turno de preguntas, el encuentro finalizó y se inició la procesión con las reliquias de San Juan de Ávila desde la Capilla de San Juan Evangelista de Baeza hasta la S.I. Catedral. La procesión estuvo flanqueada por numerosos estandartes y banderas de las cofradías diocesanas, y todos los asistentes al encuentro atravesaron la Puerta Santa de la Catedral baezana para ganar el Jubileo. La Eucaristía estuvo presidida por el Vicario General y Deán de la Catedral de Baeza y concelebrada por el Delegado de Hermandades y Cofradías, el Consiliario de la Agrupación de Cofradías de Baeza y varios capellanes de cofradías y hermandades que acompañaron a las mismas en una jornada tan especial.

Homilía
El Vicario General quiso comenzar su homilía recordando las palabras que Santa Teresa de Jesús profirió  a raíz de la muerte de San Juan de Ávila: “Pierde la Iglesia de Dios una gran columna y muchas almas un gran amparo que tenían en él”. Asimismo, hizo mención a la celebración del Año Jubilar Avilista “el tránsito a Juan de Ávila le llegó un 10 de mayo de 1569, por eso celebramos este año jubilar por los 450 años de su muerte, 125 años de su beatificación y 50 años de su canonización. Y subrayó en este Encuentro Diocesano de Cofradías nos reunimos en la Eucaristía de la que tan devoto fue él y magistralmente nos ha impartido. El maestro Ávila realizó una gran labor evangelizadora en nuestra tierra, siendo manchego de nacimiento y andaluz de adopción”.

D. Francisco Juan continuó haciendo referencia a la vida del Doctor de la Iglesia: “Renunció a ser Canónigo Magistral de la Catedral de Jaén, renunció a ser Obispo de Segovia, Arzobispo de Granada y Cardenal. Renunció a honores y prelacías, para retirarse a Montilla muriendo sobre un pobre jergón legando como bienes materiales una pobre cruz de palo, unos cuantos libros y un riquísimo magisterio en el que la palabra y testimonio de vida se unen en armoniosa coherencia”.

Jesucristo fue el misterio que iluminó la vida y obra del maestro Ávila. Con su palabra de vida conquistó la fe de los nobles de aquella época. Ni la cárcel ni el fuego de la Inquisición hicieron que se separase del amor de Dios manifestado Cristo Jesús Nuestro. Al finalizar la Eucaristía se rezó la oración compuesta con motivo del Año Jubilar Avilista y se expusieron para veneración de los fieles las reliquias del “pregonero de la gloria de Dios”.

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