Todo un barrio volcado con su Virgen. Así se vivió el día de la Santísima Trinidad en Santa Isabel. La plaza y la parroquia amanecían engalanadas porque la cita era grande. En el interior, María Santísima de la Trinidad iba a ser coronada litúrgicamente por su párroco, D. Francisco Carrasco. Con la imposición de corona realizada en los talleres de Orfebrería Castilleja culminaba el Triduo de este año dedicado a una Dolorosa que empieza a centrar la atención de una Hermandad que crece a diario con el tesón de la ilusión.
Si emocionante fue la mañana, la tarde no desmereció en un Besamanos con la Trinidad en el dintel de la puerta. Más cerca no se puede. Tanto que pudo escuchar como espectadora de privilegio la nueva marcha dedicada por la Sociedad Filarmónica de Jaén, “Blanco lirio de la Trinidad”, de Manuel Mata Padilla. Esta composición, junto a otras del repertorio de la Banda de la Amargura, sonaron en honor a la Trinidad y su barrio para poner el broche de oro a un fin de semana de emociones.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos