El alba rompía el silencio de Santa Clara de una mañana extraña, muy alejada de aquella noche de Cuaresma en la que el Señor del Bambú cambia de “domicilio” cada primavera. La flor de Pascua al pie de la Cruz y el alumbrado navideño en las calles anuncian el nacimiento del Salvador, y sin embargo, en la amanecida de un domingo de diciembre, lo vimos en el madero abriendo sus brazos a la Misericordia. Misericordia que ahora también se encuentra tras la puerta catedralicia del Perdón.
El Santísimo Cristo de las Misericordias, de la Hermandad de los Estudiantes, uno de los crucificados más antiguos de la ciudad de Jaén, fue trasladado hasta la Santa Iglesia Catedral con motivo de la apertura de la Puerta Santa del templo matriz de la Diócesis por el Año de la Misericordia. Acompañado por muchos de sus cofrades, el Cristo del Bambú dejó por unas horas el cariño de sus monjitas para recibir las oraciones de toda la ciudad.
Al mismo tiempo, el clero de Jaén con su Obispo a la cabeza, partía también en procesión desde la Basílica Menor de San Ildefonso hasta la Puerta del Perdón de la Catedral, que se abrió para ganar la indulgencia en este Año Jubilar de la Misericordia. En la seo jiennense se celebró una multitudinaria Eucaristía tras la que el Cristo de las Misericordias inició el camino de regreso a su Monasterio de Santa Clara donde permanecerá en el Altar Mayor a lo largo de este Año Jubilar, salvo en el periodo de Cuaresma y Semana Santa que esté en la Merced.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos