Fue al final del pregón cuando Francisco Sierra golpeó el atril igual que sucede cada Domingo de Ramos en la puerta de Belén y San Roque. Una ‘llamá’ que retumbó en los corazones de quienes esperan con ansia la inminente Semana Santa. La llamá de quien anunció que la tradición volverá a repetirse, con los cambios que marcan las épocas, pero con la misma esencia.
Una hora y media estuvo Francisco Sierra pregonando la Semana Santa de 2016, tras ser presentado por su predecesor en el honorífico encargo, Prudencio Villar. Previamente, la Banda de Música de Jaén puso los sones cofrades interpretando Hosanna in Excelsis, Jesús Preso y Entrada de Jesús en Jerusalén. Todo para generar el ambiente propicio a un pregonero que se ciñó a la estructura clásica del pregón, iniciando su intervención desde la mirada de aquel niño al que le gustaba ir a las iglesias y a las procesiones, y que con el pasar de los años, terminó formando parte muy activa de ellas.
En la primera parte, Sierra mostró su visión sobre la actualidad de la iglesia y las cofradías, y denunció los ataques que reciben los cristianos y cofrades en una sociedad laicista. En la segunda, fue el momento de repasar cofradía a cofradía los detalles que las hacen únicas, con referencias a las emociones que causan en un pregonero que pertenece a siete de ellas como hermano. Un recorrido que no olvidó a las hermandades que todavía no procesionan, ni a los grupos parroquiales a quienes pidió que no decaigan en la ilusión y la esperanza. Una esperanza que el pregonero transmitió para vivir y sentir la próxima Semana Santa como cristianos y cofrades.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos