Después de más de una década como grupo parroquial y dos años como Hermandad, ahora que se acerca el día grande parece que no se ha hecho nada. Y sin embargo, se ha hecho casi todo. Por eso, los hermanos del Cautivo viven esta Cuaresma con especial nerviosismo preparando aquello que han soñado tanto que su palpable realidad genera desvelos. Inmersos en los ensayos costaleros, la preparación de túnicas e invitaciones protocolarias para su primera salida procesional el próximo Miércoles Santo, llegó el momento e la oración.
Tres días junto al Señor que acompañarán por las calles de Jaén para presentarlo a quienes aún no le conozcan. Tres jornadas para pedirle tanto que seguro habrá que dejar algo para el próximo año. Pero sobre todo, que acompañe el tiempo y su barrio de Santa Isabel se sienta cofrade. Con esto, la cofradía y la Semana Santa de Jaén habrán ganado y mucho.
Fotografías: Manuel Quesada Titos