Solo tres meses ha estado lejos de la Parroquia de San Juan y San Pedro, pero para sus cofrades, se ha antojado una eternidad. Es el tiempo que ha necesitado María José López de la Casa para restaurar la Imagen del Cristo del Calvario, de la Congregación del Santo Sepulcro. La talla de Sebastián de Solís regresaba a su templo ante la mirada atónita de sus fieles devotos. Ha recuperado el tono de palidez de antaño y se han remarcado las secuelas de la Pasión que llevó a Jesús a esta cruz. Pero sobre todo, se ha trabajado en la consolidación de daños estructurales que hacían temer por una de las Imágenes de mayor historia de nuestra Semana Santa.

Junto al Señor del Calvario, San Juan Evangelista también volvía culminando así la primera fase de la restauración de un Misterio que volverá a procesionar en la Semana Santa de 2015. De hecho, está previsto que antes de fin de año esté concluida la intervención sobre los dos ladrones, Dimas y Gestas. Será entonces cuando las Imágenes de Santa María del Silencio y Nuestra Señora de los Dolores abandonen el Templo para someterse a un proceso de restauración que también ejecutará María José López de la Casa.