La Unión de Cofradías de Semana Santa designó como pregonero de este año 2014 a Pedro Ángel López Barella, de 36 años de edad y residente en nuestra ciudad de Jaén desde hace varios años por motivos laborales. A continuación reflejamos la entrevista que desde www.cruzdeguia.org le han realizado previamente a que pronuncie su pregón el próximo Sábado de Pasión.
El día 4 del pasado mes noviembre los miembros del Pleno de la Unión de Cofradías de Semana Santa conocían oficialmente el nombre del pregonero de la Semana Santa de Úbeda de este año 2014. Será el cofrade Pedro Ángel López Barella quien, en la noche del día 12 de abril, se sitúe tras el atril para abrir su corazón y desnudar sin pudor su alma cofrade ante un auditorio que, a ciencia cierta, comparecerá entregado. Será una entrega incondicional y desde el primer momento, porque Pedro Ángel ha ido salpicando su vida cofrade con textos plagados de compromiso cristiano y de amor por nuestras más hondas tradiciones. Podríamos recordar su Exhortación y su Exaltación de nuestra Semana Santa, así como el recibimiento y la despedida de Nuestra Señora de Guadalupe, que pronunciara en 2010. Los más hormiguitas sabrán también de sus colaboraciones en revistas como “Et Sentenciatus Fuit”, “El Llamador”, “El Sudario” o “Gethsemaní”. Quienes no lo conozcan a través de sus textos seguramente sabrán de su compromiso cofrade. Esto del “compromiso cofrade” siempre queda bien en este tipo de entrevistas, pero a alguien que ha sido hermano mayor, directivo, exhortador, exaltador, costalero, miembro de la Unión de Cofradías, guadalupano, adorador nocturno y hasta fundador de una hermandad, no puede negársele ese compromiso. Hoy sigue siendo miembro de la directiva de su “divina Sentencia”, (esto es un guiño a un amigo), y hermano de las cofradías de Nuestra Señora de Gracia, Cristo de la Noche Oscura, Nuestro Señor en la Columna, Jesús Nazareno y Real Archicofradía de Nuestra Señora de Guadalupe.
Dejando a un lado las horas que invierte en su vertiente cofrade, hay que decir que se gana la vida en la empresa privada, como Ingeniero Técnico en Informática de Gestión. Está casado, (siempre se añade que felizmente), y reside en Jaén. Eso sí: es ubetense por los cuatro costados y se desplaza a su pueblo siempre que puede y casi con cualquier pretexto. Es joven, insultantemente joven incluso para ser pregonero, pero como está muy preparado se lo disculpamos.
Podríamos seguir dándole coba, alargando innecesariamente su currículum, pero va a resultar más interesante conocer sus respuestas a unas preguntas que en ocasiones podrían parecer impertinentes, pero que no tienen otra finalidad que la de conocer a fondo al personaje (si es que se deja).
– Que usted sería un día pregonero de nuestra Semana Santa era algo que estaba cantado, pero que vaya a serlo sin haber cumplido los 37 años… Podría dar la impresión de que alguien se ha pasado de frenada (dicho sin acritud). ¿Lo esperaba tan pronto?
No. Ni tan pronto, ni tan siquiera ser nombrado pregonero. Hay grandes cofrades que tal vez lo merezcan más que yo.
– ¿Cuándo y en qué circunstancias se lo comunicaron? Aunque, si le soy sincero, lo que más interesa es saber qué cara se le quedó.
La llamada del presidente de la Unión de Cofradías la recibí el jueves día 31 de octubre, justo en una parada que realicé, a la altura de la localidad extremeña de Azuaga, durante el viaje que por motivos de trabajo realizaba a la vecina Portugal.
Y menos mal que fue cuando estaba con el coche parado en una estación de servicio. La cara no sé cual sería, aunque la imagino. La sensación fue como la de flotar en una nube y de incredulidad. Aquello no podía ser cierto.
– Pues sabe… casi le han hecho un flaco favor. Lo han envejecido prematuramente. Cuando tenga 45 ó 50 años, ¿qué le va a quedar por hacer dentro del mundo cofrade?
Depende desde la perspectiva con la que se mire. En cuanto a actos de este tipo, puede que ninguno pero un cofrade que se sienta comprometido con su Semana Santa, siempre tendrá algo que hacer, ya sea en primera línea o en la retaguardia, toda labor es necesaria.
– Era broma lo del flaco favor. Supongo que un cofrade con su hoja de servicios ya sólo podía aspirar, en el capítulo de honores, a pronunciar este pregón, ¿no es así?
Cierto es que el ser nombrado pregonero es todo un honor y máxime cuando no se opta a él por iniciativa propia. Para mí ha sido una alegría muy grande, a la vez que una gran responsabilidad.
– Vamos a empezar por el principio, que es como mejor se organizan las cosas: pertenece usted a cinco cofradías de Semana Santa. ¿Cuál de ellas fue su primer amor? ¿Ha salido en todas? Parece que compaginar la Sentencia con Jesús Nazareno es harto complicado, ¿no?
Pertenezco a la cofradía de Nuestra Señora de Gracia, Noche Oscura, Columna, Sentencia y Jesús Nazareno. La cofradía de la Columna fue la que desde pequeño captó mi atención, así que podríamos decir que fue mi “primer amor” cofrade.
He salido acompañando a mis titulares en todas ellas. En la Virgen de Gracia como costalero y en el resto como nazareno.
Desde que la Sentencia tomó un ritmo más fuerte, en la fase final de la fundación, dejé de salir en el resto de cofradías, aunque en un tiempo volveré a formar parte de sus guiones y si las fuerzas no acompañan para salir en la mañana del Viernes Santo con Jesús, la Procesión General puede ser una excepcional ocasión para hacerlo.
– No le voy a decir que elija, porque me va a contestar que todas ocupan un lugar importante en su corazón, (es lo más diplomático), pero seguramente la que más “le tira” es aquella en cuya fundación colaboró.
Efectivamente. La Sentencia ocupa un lugar especial y privilegiado en mi corazón cofrade. Mentiría si dijera lo contrario. Pero dicho esto, también el resto de “mis” cofradías me hacen vibrar y sentir emociones y sensaciones importantes, puesto que han sido las cofradías de mi niñez y de mi adolescencia. Participar en el Vía Crucis junto al Cristo de la Noche Oscura o ver como la Señora del Lunes Santo llena las calles con su paso o el encuentro en la capilla de San Isidoro, frente al Señor de la Columna y su madre de la Caridad o el paso de Jesús Nazareno cortejado por el guión de túnicas nazarenas,… todos provocan una sensación única y distinta en mí.
– De aquel germen que fue BARLOMU, nacía la hermandad de la Sentencia. Veo que todavía no han liquidado la asociación. ¿Es BARLOMU una especie de herramienta útil? ¿Tiene ya sentido?
BARLOMU es una herramienta útil para ciertos aspectos como la organización de actividades culturales y el desarrollo de la banda de Las Penas.
Aunque no niego que también es la reseña de los orígenes de la hermandad de la Sentencia.
– Tres jovenzuelos imberbes, tuvieron la disparatada idea de fundar una hermandad. Muchos no dábamos un duro por ellos, pero ahí está. ¿De dónde salió la idea de adoptar unas nomenclaturas y unos modos que por entonces en Úbeda eran prácticamente desconocidos?
Esos jovenzuelos tuvieron que basar y fundamentar muy bien aquellas nomenclaturas que existieron en Úbeda antaño, pero que dejaron de usarse, por alguna razón. Recuerdo que para defendernos de ciertos comentarios, por llamarlos de algún modo, hubo que demostrarlo con datos y argumentos. Y en más de una ocasión, tenía que sacar mi lista de referencias bibliográficas de libros de Úbeda en donde estas palabras aparecían en torno a cofradías ubetenses, así que más que adoptar nomenclaturas las rescatamos. Ahora, por cierto, se usan de sorprendente cotidianeidad.
Influencia de la baja Andalucía hay en el diseño de nuestro guión o cortejo. Si había cuestiones que desde el principio se tenían claras como el uso de la cera, la ausencia de las ruedas, etc. Pero también es cierto que más nos preocupó desde los orígenes la vida de la hermandad durante todo el año, que el mero aspecto estético.
– Ésta es para nota. Permítame que haga de abogado del diablo. Es usted consciente de que en nuestra ciudad hay cofrades que no tragan con los grandes barcos a costal, ni con “las trompetillas que quitan el sentío” (es expresión de un amigo), ni con los diputados de tramo, ni con… ¿Qué les diría?
Ante todo respetar su opinión y parecer. Es lo mínimo. Pero sí les invitaría a que no se quedarán en la “fachada” y buscaran dentro. Al fin y al cabo Úbeda ha visto cambiar su forma de procesionar, puesto que no debemos de olvidar como procesionaban las cofradías antes del fatídico 1936, que no se asemeja a la forma actual, ni a la de los años 80 o 90.
Y pongo un sencillo ejemplo: hoy día en Úbeda vemos normal el uso de las cruces guía, pero esa insignia no es originaria de la ciudad y su adopción tiene que ver con la cofradía de la Columna que, si no me falla la memoria, importa su uso. Por otro lado, hay que decir que es la forma correcta con la que debe de empezar cualquier procesión, con la Cruz que es la seña de identidad de los cristianos.
El peligro lo encuentro en el copiar por copiar. Dotando de sentido y fundamento a las cosas, esa incorporación puede ser vista de otro modo.
Algo que, tal vez, sí deberíamos de hacer es recuperar insignias propias, costumbres o títulos que cayeron en desuso y en el injusto olvido.
– ¿No cree que, poco a poco y debido a influencias externas, la Semana Santa de Úbeda camina hacia una cierta estandarización? Lo digo por la dirección que han tomado bastantes de nuestras hermandades, en lo que se refiere a su estética.
Partiendo de uno de mis planteamientos de la pregunta anterior prosigo con mi punto de vista: la influencia de los medios de comunicación e Internet han ayudado a conocer formas y estilos que no son los autóctonos de Úbeda. Esa es una realidad innegable, pero no me gusta quedarme con la sensación de que esto pueda llegar a ser un hecho negativo en sí mismo. El cambio por el cambio, no. Ahora bien, en la evolución de las cofradías, como hace la propia sociedad, nos miramos y fijamos en aquellos elementos de otros lugares que puedan ayudarnos a mejorar, puesto que el fin último es que nuestras cofradías y la propia Semana Santa en su conjunto evolucionen y mejoren. Como ejemplo la incorporación de los portadores en la cofradía de la Columna que, eliminando las ruedas sobre las que procesionaba el trono, dio mayor esplendor a la forma de procesionar del Señor en la tarde del Jueves Santo, conservando el magnífico trono de Palma Burgos.
– Un poco cabezón sí que debe ser usted, porque mire que los puso a prueba García Aracil con el tema de la Sentencia. ¿No pensaron nunca en tirar la toalla?
Hubo momentos para todo, pero nunca para rendirnos. En un proceso tan largo caben estados de ánimo llenos de esperanza, de inquietud, de desánimo, de incomprensión, de ilusión… La verdad es que tanta dificultad sirvió para reafirmarnos en aquello que creíamos.
Visto desde la distancia aquel largo camino, que duró algo más de diez años, sirvió para construir un proyecto con pilares firmes, valorar lo que es hoy la hermandad, gracias al esfuerzo y sacrificio de tantas personas y alegrarnos de haber sido fieles a nuestros principios, demostrando con el tiempo que aquello no era un capricho de verano.
– Hablemos de otra cosa. ¿Qué cualidades cree que debe de tener un pregonero?
Esa pregunta sería buena planteársela al presidente de la Unión de Cofradías que es el que tiene encomendada esa elección. No considero una tarea fácil esta designación, por cuanto supone.
Volviendo a la pregunta, la respuesta de libro se encuentra en la normativa diocesana que el Obispado de Jaén redactó al respecto. Pero decretos aparte y bajo mi humilde punto de vista creo que quien pregone algo, ha de vivirlo, conocerlo, sentirlo y quererlo para poder transmitirlo a los demás.
– ¿Las tiene usted? El presidente de la Unión piensa que sí. (Aquí deje aparcada la falsa modestia).
Parece ser que José Ramón lo tenía bastante claro, según me decía el día que me llamó. Yo, no tanto.
Bajo el criterio que exponía en la pregunta anterior: vivo todo cuanto puedo en torno a las hermandades y la Semana Santa, conozco algo su entramado y la quiero como parte fundamental y básica de mi vida. Si bajo estas premisas se hizo mi designación, pues tengo esas cualidades. Pero sigo pensando que hay grandes cofrades merecedores de tal honor.
– ¿En qué actos participa durante nuestra Semana Santa? ¿Cómo compagina el vivir en Jaén con su agenda cofrade ubetense?
La verdad que vivir la Cuaresma ubetense y la Semana Santa viviendo fuera de Úbeda, no es nada fácil. Así que intento organizarme para estar presente en cuantas convocatorias tienen mis hermandades y en especial las de la Sentencia.
En Semana Santa, algún día falto, pero suelo estar casi todos los días. Desde el Viernes de Dolores en los que no falto a los Dolores de la Virgen y retranqueo, sábado el Pregón y Domingo de Ramos lectura de la Pasión en el Convento de la Inmaculada Concepción de las Hermanas Carmelitas Descalzas y en Santa Teresa. A partir de ahí, la llegada a Úbeda está entre Martes o Miércoles Santo y de ahí hasta el Domingo de Resurrección, participando activamente en Rincón Cofrade, Oficios de Jueves Santo y en la organización y salida de la cofradía de la Sentencia.
Así que cuando llego a Úbeda, no paro ni un minuto.
– Hablando de Jaén. ¿No le ha dado por frecuentar el mundo cofrade de la capital? Más que nada para “paliar el mono”.
Algo de contacto sí que tengo, pero no en exceso. Mi relación se centra en las hermandades de la Amargura, Expiración y Resucitado.
Pero la verdad, que en eso como en otras cosas, centro mi atención en Úbeda.
– Si tuviera que explicar a un forastero cómo es nuestra Semana Santa, ¿qué le diría?
Con lo que yo hablo, no pararía de contar una y otra cosa. Resumir nuestra Semana Santa sería una empresa complicada, así que le invitaría a que la viviera por sí mismo y, tras la experiencia, le pediría que compartiera todo aquello que le sorprendió y que reclamó su atención de forma especial. A partir de ahí podrían faltar horas al día transmitiendo lo que significan las cofradías y la Semana Santa a la Ciudad de los Cerros.
Nuestra Semana Santa se compone de tantos aspectos que es difícil de encerrar en unas pocas líneas. Da para una larga conversación.
– Hablemos de las cofradías. ¿Qué cree que pintan en un mundo cada vez más desacralizado?
Tienen una labor fundamental de base. Son un nexo de unión muy importante entre el pueblo y la Iglesia. Y es ahí donde hay que centrar esfuerzos y voluntades, por parte de todos. Así las cofradías podrán ser una herramienta útil en el seno de la Iglesia. En caso contrario, se habrán dejado por el camino una parte fundamental de sus fines.
– ¿No cree que, en esta época de ruina económica, además de ocuparse de ayudar materialmente a los necesitados, los cofrades deberían estar socialmente más comprometidos y ser beligerantes contra las injusticias? El Nazareno lo era.
La caridad cristiana no se centra en lo material, va mucho más allá, ahí es donde cobra su verdadero sentido. Y si no lo vemos así corremos el riesgo de materializar la caridad y, en ocasiones, apaciguar nuestra conciencia dando algún donativo o limosna. Para ver mejor a lo que me refiero basta con leer la tan manida primera carta de San Pablo a los Corintios (12, 31-13,8a) y sustituir la palabra amor por caridad, como en algunas traducciones viene. Seguro que nos cambiaría el concepto.
Si bien es cierto que la acción de caridad en el seno de nuestras cofradías es muy importante y por todos conocida. Pero, además, también hay mucha más labor que se realiza y que permanece en el anonimato.
– Lo de ser cofrade conlleva un compromiso adicional para con la Iglesia, pero también para con la justicia en el mundo, ¿no lo cree así?
Para ser cofrade primero ha de ser uno cristiano, nunca olvidemos esto. A partir de ahí, cualquier compromiso de la Iglesia es compromiso del cofrade por su condición de cristiano.
– Es que hay mucho cofrade que teme que lo tachen de “rojo”. ¿No ve demasiada tibieza y casi ningún compromiso con los graves problemas de nuestra sociedad?
Lamentablemente vivimos en una sociedad de estereotipos y en la que clasificamos y prejuzgamos con demasiada gratuidad y facilidad a todo y a todos. Los cofrades somos cristianos y los cristianos somos seguidores del Nazareno y ese debería de ser nuestro único modelo a seguir. Y digo debería porque no siempre es así y nos dejamos influenciar por el “qué dirán” o la pasividad. Tal vez nos falte convicción, en muchas ocasiones o tener clara nuestra postura como cristianos y cofrades, en otras. Pero ante esto, como ante muchas otras cosas, yo siempre apelo a lo mismo: al sentido común.
– ¿Qué cree que han aportado a su vida las experiencias cofrades?
Desde que tengo uso de razón las cofradías y la Semana Santa forman parte de mi particular historia y desde los 12 años aquellas vivencias se transformaron de una forma más intensa y especial. Creo que le debo casi todo al mundo cofrade por cuanto me aportó en experiencia, vivencias, madurez y enseñanza.
Vamos a ver si le sacamos algo sobre su pregón:
– Aún a riesgo de equivocarme, da usted la impresión de ser una persona reservada (tal vez introvertida). Como decíamos, de manera un tanto cursi, al principio de esta entrevista, ¿va usted a desnudar su alma cofrade ante el auditorio? Supongo que es lo que procede.
Buena pregunta… la respuesta el día 12 de abril.
– No le voy a preguntar por lo que nos contará porque sé que no va a entrar al trapo pero, ¿qué le gustaría que se recordase de su pregón?
Que fuera capaz de transmitir, al menos, un mensaje.
– (A ver si cuela). ¿Nos dejaría aquí un breve párrafo del pregón, para ir poniéndonos los dientes largos? Ya sabe qué, fuera de contexto, no desvelaría gran cosa.
Buen intento… Así que por deferencia, ahí va algo: “… cofrades, amigos, señoras y señores…”
– Interesante extracto. ¿Será un pregón más vivencial que teórico y doctrinal?
Habrá un poco de todo. El justo equilibrio es lo complicado, aunque me gusta ser más práctico que teórico.
– Sea sincero. El pregón ya lo tenía. Sólo le faltaba ordenarlo y pasarlo a papel.
¡Por supuesto! (es broma).
– ¿Se lo dedica a alguien en especial?
Sí.
– Ya nos enteraremos. ¿Se pone nervioso cuando piensa en la responsabilidad que se le viene encima? Tablas ya tiene usted.
Sí. Es mucha responsabilidad la depositada en este cofrade, a la que se suman todas las muestras de cercanía y cariño que he recibido y a las que espero corresponder.
En el foro de la web Cruz de Guía cada año abrimos un hilo, para que los cofrades dejen sus preguntas al pregonero. Me gustaría formularle algunas de ellas:
– ¿Cree que la hermandad de la Sentencia ha marcado a muchos cofrades y a nuestra Semana Santa, en cierta forma?
Sí. Creo que las aportaciones de esta hermandad no han pasado inadvertidas, aunque espero que no sólo sean las muestras externas, sino también el conjunto de su rica vida de hermandad.
– Una más comprometida: ¿le echa azúcar a los churros? (ésta cae siempre).
Sí, de hecho es como me los suelo comer, apenas los mojo en chocolate o café.
– Ahora en serio: resulta evidente que la fundación de la hermandad de la Sentencia ha influido en una serie de cambios sufridos por nuestras cofradías. ¿Qué cosas cree que se han enfocado y puesto en práctica erróneamente?
En la hermandad de la Sentencia siempre se procuró dotar de fundamento y sentido a todo cuanto hacía e incorporaba evitando, en la medida de lo posible, el hacer por hacer. Y, aun así, no se está libre de equivocarse.
Si éste ha sido el mismo criterio adoptado por otras cofradías, entonces poco margen de error habrá debido a que responderá a una necesidad o inquietud que tras su análisis, se ve realizada adoptando alguna nueva forma de hacer algo. El problema viene cuando no existe ni base ni fundamento. Entonces corremos el peligro de las modas que, como tales, pueden ser pasajeras y superficiales.
– Queda claro que para quienes la ven desde fuera nuestra Procesión General es una joya, por su singularidad. Para muchos de los que están dentro resulta algo incómodo y además un riesgo innecesario, aunque no se atrevan a admitirlo en público. ¿Qué habría que hacer para mejorarla?
Mejorar la procesión es difícil en cuanto representa y significa para la Semana Santa ubetense. Sí es cierto que es la procesión de procesiones y ello complica su organización por cuanto que hay coordinar muchas cofradías.
Este tema ha sido tratado a lo largo de muchos años en el seno de la Unión de Cofradías y no es fácil encontrar la solución perfecta. El diálogo, la responsabilidad y el sentido común han de predominar ante eventos de esta magnitud que aglutinan a tantas personas, insignias, enseres y titulares. Debemos de cuidar no sólo nuestro patrimonio artístico y cultural, sino también nuestro patrimonio humano, que es fundamental.
Por tanto, no sólo debemos pensar en mejorar, sino en mantener y reforzar sus cimientos para que perdure en el tiempo, si no poco tendremos que mejorar en el futuro.
– ¿Cuál ha sido el momento más difícil de su vida cofrade?
Suspender una salida procesional.
Respondidos los “cibercofrades”, vamos a otra cosa.
– Mientras más primo más me arrimo. Alfonso Donoso y de segundo Barella, como usted. Este nombre me suena. Sí, ahora caigo… éste está en mi quiniela para pregonar la Semana Santa. Me huelo que no ha sido su relación familiar, aunque también, la que ha primado a la hora de elegirlo como presentador.
En la elección de Alfonso como presentador se han juntado muchas premisas que lo hacen el candidato perfecto. La relación familiar tiene su peso específico, pues es el mayor de los primos y nos tenemos un cariño especial, aunque no haya sido ésta la razón determinante; su importante implicación con el mundo cofrade; su dedicación firme y decidida en las distintas vocalías que ha gestionado en la hermandad de la Sentencia; y una amalgama de motivos que no se traducen en palabras sino en obras y hechos, además de una apuesta personal hacia él…. En resumen: él era, para mí, el presentador idóneo.
Ya estamos terminando. Vamos a intentar completar su perfil. Conteste, por favor, con brevedad:
– Una marcha.
Laudate dominum (cornetas) y Puerta del cielo (banda de música).
– Una advocación.
Guadalupe.
– Un momento.
Lo vivido tras cada procesión de la hermandad de la Sentencia, en el interior de Santa Teresa. El reencuentro con tantos hermanos.
– Un olor.
El incienso de la Columna.
– Un color.
El burdeos.
– Un recuerdo cofrade.
¿Uno? Cada una de las salidas con mis titulares.
– Algo, que a mí se me haya pasado, y en lo que quiera insistir.
La entrevista ha sido bastante completa, creía que no terminábamos… dejaremos algo para el pregón.
Queda claro que su militancia cofrade es férrea y su compromiso para con nuestras hermandades viene avalado por un extenso y variado currículum, así que casi ni me atrevo a desearle suerte. Usted ya sabe de sobra lo que se espera de un pregón. No es un recién llegado. Así que simplemente le agradezco su disposición para enfrentarse a este “tercer grado” al que lo he sometido. Nos vemos el 12 de abril en ese magnífico auditorio. Allí será donde el público cofrade de Úbeda dicte su sentencia y le garantizo que es un público muy exigente. Que Nuestra Señora de Guadalupe lo ilumine, para que consiga llegar a lo más íntimo de nuestros corazones. Creo que de eso se trata. Gracias de nuevo.