Durante más de una década han sido la referencia cofrade de una zona de Jaén poco acostumbrada al modo y costumbres de las hermandades de vivir y manifestar la religiosidad popular. Sin embargo, la Hermandad de la Santa Cena afrontó el reto de ser la primera cofradía alejada del centro de la ciudad y supo conquistar a los feligreses de San Félix de Valois que pronto mostraron su devoción a Jesús Salvador y a María Santísima de la Caridad y Consolación.
Criados en esta parroquia del Gran Eje, los hermanos de la Cena se “independizan” marchando a su nueva casa en la que seguir ampliando una familia cofrade que nunca olvidará la acogida, el cariño y el impulso recibido en su “infancia”. Por eso, antes de coger la maleta e iniciar una nueva etapa de su vida, la Hermandad ha querido que Jesús y María estén cerca de los feligreses de San Félix de Valois para que reciban el último beso, el de una despedida que lejos de decir adiós invita a que pronto vuelvan a encontrarse un poco más al norte de la ciudad.
Fotografías: José M. Anguita
Fotografías: Pedro Oya