La Hermandad del Silencio ha celebrado este fin de semana el Triduo a María Santísima Madre de Dios, unos cultos que finalizaron con la veneración a la Dolorosa en la Parroquia de Cristo Rey.
Valentín Molina ha campado así el altar efímero levantado para engrandecer aún más si cabe a la Virgen.
Fotografías: Valentín Molina