El inicio del curso cofrade tiene un punto marcado en la geografía cofrade de la ciudad, la Basílica Menor de San Ildefonso. Allí comienza a efervescer el sentimiento de amor a la Madre de Dios en su advocación de Pastora. El Triduo marca el inicio solemne de unos días que alcanzan el clímax con la procesión gloriosa por el centro de la ciudad.
Fotografías: Valentín Molina