Sentido primer pregón de la Amargura

El cofrade jienense Andrés Huete pronunció ayer el primer Pregón de la Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor de la Pasión despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Amargura, impregnado se sentimientos, vivencias y recuerdos.

 

Este médico, con residencia en Martos, es el hermano trigésimo tercero registrado en la Cofradía y aunque no fue uno de los fundadores, siguió de cerca los pasos de la creación de ésta y de su primera salida en estación de penitencia, allá por el año 2000. “Me enamoró la imagen de la Virgen, a la que vi por primera vez en una revista de cofradías, Desde entonces decidí formar parte de la Hermandad”, confirmó. De ahí que la primera parte de su pregón la dedicara a los primeros años de la Cofradía, sin dejar de lado los sentimientos y la “constante ilusión” que le supuso el nacimiento de la Hermandad, una de las más jóvenes de Jaén.

 

Durante el Pregón, Andrés Huete descubrió con una prosa poética cargada de emotividad la salida en estación de penitencia de cada Lunes Santo, con piropos directos del corazón que aludieron al reencuentro del pregonero con las imágenes titulares en las calles jienenses.

 

La emoción del pregón se palpó, además, con la intervención del vicehermano mayor de la Cofradía, José Ángel Ruiz Lechuga, como saetero durante dos momentos del Pregón.

 

El ex hermano mayor de la Cofradía, José María Francés, fue el encargado de la presentación, en salón de actos de la Agrupación de Cofradías.

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