Los vecinos de La Guardia se echaron a la calle para celebrar las fiestas en honor de su patrón. La procesión de San Sebastián transcurrió al ritmo de los escopetazos en una jornada que abre un intenso programa para disfrutar la feria.
Las calles engalanadas, el sempiterno olor a pólvora de las salvas y todos los vecinos en la calle para acompañar a su patrón. La Guardia de Jaén se viste de gala estos días para celebrar la Feria y Fiestas en honor de San Sebastián, una festividad que se remonta a más de cuatro siglos atrás y que es la más temprana, en cuanto a su fecha en el calendario, de cuantas se celebran en la provincia. El fervor que los guardeños profesan por su patrón San Sebastián se hace sentir en las calles. Son numerosos los vecinos que atribuyen al santo milagros, como curaciones, y no dudan de devolver los favores al patrón al portar a hombros la imagen de un San Sebastián que desfile al ritmo de las salvas, los tradicionales tiros al aire con los que los vecinos dan un colorido especial a esta procesión.
La tradición de la pólvora en estas fiestas responde a que San Sebastián era militar. En La Guardia se le considera el protector del municipio, después de una epidemia de peste que diezmo la población. La tradición también manda que la imagen, de algo menos de un siglo de historia, después de la destrucción de la original en plena Guerra Civil Española, salga a procesionar junto a un naranjo, cuyos frutos, se disputan los vecinos, ya que se les atribuyen milagros sanatorios. Entre los vecinos se escuchan relatos de curaciones que atribuyen a la intercesión milagrosa. Por ello, la devoción que este municipio tiene por su patrón estremece, sobre todo, a los que son visitantes.
La procesión es el eje central de unas fiestas que no han hecho más que empezar. Antes de ayer, los vecinos disfrutaron de una copa de vino, brindada por el Ayuntamiento, además de una verbena animada que se prolongó toda la noche. Ayer, los vecinos volvieron a sacar a la imagen de su patrón a las calles, esta vez, para rendir homenaje al origen militar de San Sebastián, la procesión contó con la espectacular Banda de la Hermandad de los Legionarios de Fuengirola. Ello dotó al acto religioso de más espectacularidad si cabe. También es destacada la tradicional comida solidaria que, año tras año, recauda fondos para la Asociación Española contra el Cáncer.