San Francisco de Paula recorre Albanchez bajo una lluvia de trigo

Si los nublos protagonizaron la mitad de la jornada de ayer, el cielo
se abrió, por la tarde, para llenar de luz y color la salida en
procesión del patrón de los albancheneros, San Francisco de Paula. A
pesar de todo, llovió, pero era trigo y lo lanzaban los vecinos desde
sus balcones.

Un año más se cumple en Albanchez ese dicho popular que asegura que,
cuando sale San Francisco de Paula, deja de llover. Esta vez, se llevó
las nubes grises, preñadas de agua, que amenazaron, durante toda la
mañana, la celebración de la procesión del patrón por las calles del
municipio. Un desfile peculiar y único, como casi cada acto de estas
ferias y fiestas, en el que es costumbre que los vecinos arrojen trigo
al paso de San Francisco de Paula desde sus balcones.

  Al término de la
procesión, ya en la Plaza de la Iglesia, tuvo lugar el tradicional
relevo de los comisarios. Una ceremonia que se repite y renueva año tras
año y que destaca por el altruismo de sus protagonistas.

 Explica el
presidente de la cofradía, Francisco Martínez, que, de forma voluntaria,
cuatro vecinos se acercan al paso del patrón, ponen su mano en cada una
de las cuatro andas  del trono y ello los convierte, de forma
automática, en los comisarios de las próximas fiestas.

“Normalmente,
quienes se ofrecen es porque le han pedido algo a San Francisco de
Paula, se lo ha concedido y lo hacen en agradecimiento”, comenta el
presidente de la hermandad.

Los voluntarios que, ayer, dieron este paso
al frente fueron Pedro Martínez, la Agrupación Musical Salvador
Contreras, Juan Ramón López y Elena Romareda.

 Serán los que, el año que
viene, tendrán que organizar las fiestas y agasajar a los vecinos en
banquetes que evocan a los de Caná.

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