Aprovechando el fin de semana y desafiando al intenso
calor de estas fechas de agosto, un grupo de hermanos de la cofradía de
la Virgen de los Dolores, compuesto por albañiles, pintores y empleados
de mantenimiento, se pusieron manos a la obra para restaurar el tejado
del la ermita de la parte del camarín que alberga la imagen titular de
la cofradía.

Este grupo de hermanos informó de que el estado general
del edificio no presenta ningún problema, pero que las abundantes
lluvias del pasado invierno habían hecho mella en el tejado más alto de
este pequeña iglesia, situada en la calle Baeza y próxima al Cementerio
Parroquial.

Los gastos de reparación corren a cargo de la propia
cofradía, que ha visto conveniente que este grupo de profesionales
aprovechara el sábado para cambiar las tejas del camarín y, ya puestos,
dar un repaso a las columnas del atrio, a la portada y a las paredes del
templo, y de esta forma contribuir a la conservación de una obra
religiosa del patrimonio local, cuya nave central, de estilo gótico, fue
construida a finales del siglo XIV.

Más tarde, se añadió a ésta, ya en el siglo XVII, el
camarín torre de estilo barroco, que en su bóveda recuerda bastante al
de la ermita de Zocueca y al de Jesús del Llano de Baños de la Encina,
por la profusión de motivos vegetales y la presencia de angelotes en
distintas zonas del conjunto.