Reina de la Paz es una de las letanías de la Virgen que acompañan al rezo del Santo Rosario. Una expresión que se materializa cada mes de enero en la parroquia de Belén y San Roque.
La Hermandad de la Borriquilla ha celebrado el Triduo a María Santísima de la Paz cumpliendo las medidas sanitarias que nos ha traído esta pandemia, pero sin restar belleza a un altar efímero levantado para compartir la Eucaristía con la Virgen de los ojos verdes. Un escenario coronado por una presea real en el que se expuso el Abrazo franciscano y que iluminó de fuego el templo y los corazones de unos cofrades ávidos por regresar a la antigua normalidad donde el abrazo expresa mucho más que sentimientos.
Fotografías: Pedro Oya