Un largo camino, en el que no faltaron los obstáculos, llevó a Rafael de Vargas a ponerse al frente de la Cofradía de la Buena Muerte. Ayer, dos semanas después de su victoria en las urnas y tras la ratificación del Obispado, juró su cargo en un acto celebrado en la Catedral.
Acompañado con sus familiares, sus amigos y buena parte de los hermanos de la cofradía, Rafael de Vargas tomó, ayer, posesión, en la sala capitular de la Catedral, como hermano mayor de la cofradía de la Buena Muerte. Apenas dos semanas después de la celebración de las elecciones, en las que se impuso a un segundo candidato, Manuel Rico, el obispo, Ramón del Hoyo, ratificó su designación y, desde ayer, ya desempeña sus funciones.
Junto con Rafael de Vargas juraron su cargo el resto de los componentes de la nueva junta de gobierno. Así, Juan Marín Cruz es el vicehermano mayor; Fernando Romero Ruiz, el administrador y Pedro Manuel Romero López, el secretario.
Para cerrar la jornada, la cofradía asistió a una misa en la Catedral como acto de acción de gracias y celebración navideña .