Manuel J. Quesada Titos

Primer mandamiento de la Cuaresma: Humildad

Humildad en un mundo de egos encontrados y luchas por un poder banal. Bien podría ser el primer mandamiento para una Cuaresma que sirva de preparación espiritual para vivir, sentir y entender el misterio más grande la Humanidad: El Hijo del Hombre muerto en la Cruz para salvarnos.

Así arranca la Cuaresma en Cristo Rey, al pie de la Cruz del Santísimo Cristo de la Humildad en el Silencio más absoluto de la penumbra, mientras la Madre de Dios y de nosotros, reza suplicando por todos los que desean verla pronto bajo el palio que ha sorprendido y gustado por igual.

Fotografías: Manuel J. Quesada Titos

 

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