El pasado viernes, a las nueve y cuarto de la noche, la Agrupación de Cofradías presentaba oficialmente al próximo pregonero de la Semana Santa 2011. El linarense Francisco Pérez Palomares, escaparatista y decorador de interiores de profesión, será quien dé voz a la Pasión de este año.
«Para mi fue un encuentro entrañable y emotivo con amigos y hermanos que hacía mucho que no veía, ya que hace tiempo que estoy retirado de la primera línea cofrade», ha declarado Pérez Palomares, que ofrecerá su pregón el próximo Viernes de Dolores, el 15 de abril.
Y ya lo tiene escrito y preparado. «Mi idea es hacer un homenaje al sentimiento cofrade de la década de los Ochenta, que es la razón por la que me han nombrado pregonero». Y es que Francisco Pérez Palomares constituyó la primera cuadrilla de costaleros de Linares, la de la Virgen del Rosario, «a partir de ahí se reestructuró la Semana Santa linarense hasta la que conocemos hoy», ha declarado.
Cuando el pregonero de esta Semana Santa piensa en su vinculación a las cofradías linarenses «me vienen tantos nombres a la memoria que no podría nombrarlos por miedo a no recordar alguno», dice, «pero si pienso en agradecimiento, recuerdo a mi mentor, mi maestro: Antonio Garduño Navas, sevillano, que conseguí traer a Linares para que vistiera a la Virgen del Rosario».
Pérez Palomares es, en la actualidad, hermano del Prendimiento «de mi alma» y de la Hermandad de la Virgen del Rocío, «aunque he de decir que tengo un poquito de mi en todas y cada una de las cofradías linarenses».
Cuando recibió la noticia de su nombramiento como pregonero, a mediados del mes de diciembre, se sorprendió pues «jamás lo imaginé ni desee aunque estimula el pensar que hay personas que valoran el trabajo que he realizado por la Semana Santa de Linares».
Su nombramiento, que se anunció con retraso por la ausencia de presidencia en la Agrupación, la comisión gestora, entre los muchos motivos valorados para su elección, destacó el esfuerzo de Francisco Pérez Palomares como el impulsor de las cuadrillas de costaleros y su colaboración con varias hermandades, algo «impensable en los años ochenta pero que hoy día presenta una salud que demuestra que es un reto conseguido».