Como cada 11 de junio desde que en 1430 pusiera sus pies en esta noble y leal ciudad de Jaén, María Santísima se hizo presente desde el arrabal de San Ildefonso desde cuya Capilla apadrina a los jaeneros. En una tarde más que agradable en cuanto al tiempo, la ciudad se echó a las calles para acompañar a Nuestra Señora de la Capilla en su solemne procesión. Ambiente de día grande que arrancó por la mañana con la Misa de Cabildos y la tradicional ofrenda de flores que este año volvió a hacerse en el azulejo de la Coronación.
La Agrupación Musical Arroquia Martínez de Jódar abrió el cortejo en el que, una vez, las hermandades de Pasión y Gloria estuvieron representadas en corporación. Grupos de chirris y pastiras antecedieron a los hermanos que, cirio en mano, iluminaban el camino de la Señora que paseó deslumbrante a los sones de la Filarmónica de Jaén. Precisamente con la marcha “Madre de la Capilla Coronada” y tras el Himno a Jaén, entraba la Santísima Virgen de la Capilla en su Basílica de San Ildefonso tras su Magna procesión de 2018.
Fotografías: Daniel Carrasco y José M. Anguita