La historia de la devoción a Nuestro Padre Jesús está copada de donaciones singulares, que convierten a la imagen y a su cofradía en depositaria de un inigualable tesoro histórico-artístico y sentimental. En el siglo XVII fue el Camarín, gracias al legado de don Lucas Martínez de Frías. Después llegarían la túnica y la cruz de la marquesa, ya en el XIX, e infinidad de promesas convertidas en ajuar del Señor de Jaén a lo largo también del XX. En este siglo XXI, José Baringo (1948-2023) y su familia donaron el dosel baldaquino en el que se encuentra María Santísima de los Dolores y ahora han hecho lo propio con un conjunto de vidrieras que filtrarán la luz que ilumina el Santuario Camarín de Jesús.
Este sábado, 15 de junio, se presentarán estas vidrieras tras la celebración de la Eucaristía, en una cita que contará con la participación de la Capilla Musical Santo Reino y en la que, junto con las intervenciones del capellán y rector del santuario, José Antonio Ortiz; la hermana mayor, Rosa Garrido; el consiliario Ricardo Cobo y el cronista y archivero de la cofradía, Javier Cano, se podrá conocer además el proceso de creación e implantación de los vitrales, a través de la proyección de sendos audiovisuales.